Jóvenes líderes con discapacidad apuestan en Granada por la transformación de la universidad hacia la inclusión real

Plenario del VII Congreso Internacional Universidad y Discapacidad de la Fundación ONCE
Plenario del VII Congreso Internacional Universidad y Discapacidad de la Fundación ONCE - FUNDACIÓN ONCE
Europa Press Sociedad
Publicado: viernes, 21 noviembre 2025 17:24

GRANADA 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El VII Congreso Internacional Universidad y Discapacidad de la Fundación ONCE, que finaliza este viernes en Granada, ha acogido a un grupo emergente de jóvenes líderes con discapacidad que ha aportado a los participantes su vivencia, su voz y su compromiso al debate sobre la educación superior inclusiva.

Según ha detallado la Fundación ONCE en una nota, la edición de este año ha consolidado un espacio estructurado para la participación juvenil, integrando a estos estudiantes con discapacidad en mesas redondas, talleres, dinámicas formativas y sesiones específicas orientadas a "analizar el sistema universitario desde su propia experiencia".

Este espacio joven, así como su participación en los grupos de trabajo y en el proceso de elaboración del manifiesto final, ha permitido que sus propuestas se escuchen "en igualdad de condiciones que las de expertos y representantes institucionales". Este protagonismo juvenil ha demostrado según la organización la importancia de "incorporar la mirada de quienes viven la universidad en primera persona: cómo acceden, cómo progresan, qué barreras encuentran y qué cambios consideran prioritarios".

Su participación ha contribuido a "enriquecer el congreso con diagnósticos directos, propuestas de mejora y experiencias que permiten avanzar hacia modelos más justos y basados en la realidad del estudiantado". La presencia de jóvenes líderes en el congreso ha coincidido con espacios de trabajo dedicados expresamente a analizar la inclusión desde el marco de los derechos humanos.

El encuentro ha acogido sesiones como 'De la legislación a la acción: garantías y obstáculos para una educación inclusiva', con la participación de juristas, especialistas en políticas públicas y representantes de organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), que abordaron cómo convertir la normativa vigente en medidas efectivas dentro de las universidades.

Asimismo, el diálogo 'Compartiendo redes y conocimiento' reunió a redes iberoamericanas y europeas de investigación en discapacidad y derechos humanos, resaltando que la equidad universitaria no puede depender solo de iniciativas aisladas, sino de estructuras estables, cooperación internacional y garantías legales claras.

En este contexto, la participación juvenil ha aportado una perspectiva clave: la inclusión no es únicamente un principio académico o administrativo, sino un derecho que afecta a la autonomía personal, la libertad de elección y la igualdad real en el acceso al conocimiento. Su presencia, ha reforzado la idea de que las universidades deben ser espacios donde los derechos humanos "se ejercen --no solo se reconocen-- y donde las decisiones se tomen contando con quienes experimentan directamente las barreras y limitaciones del sistema".

Los jóvenes líderes han modulado activamente el diálogo del evento, participando no solo como auditores sino como co-creadores de contenidos, evaluadores de accesibilidad, y referentes de buenas prácticas para sus universidades y para la sociedad en general. A través de sus experiencias personales, reclaman que la inclusión universitaria deje de ser una meta lejana y se convierta en "un estándar, visible y medible".

Testimonios como el de Daniela de Francisco Muñoz, estudiante de Filosofía, Política y Economía y joven líder con hemiparesia derecha, reflejan según los organizadores la importancia de incorporar la voz del estudiantado con discapacidad en la transformación de la universidad.

"En este congreso he participado en varias actividades, incluida una mesa sobre cómo evaluamos la universidad desde el estudiantado", ha explicado. "Mi intención era aportar mi experiencia y recordar que la inclusión empieza por escuchar a las personas con discapacidad y comprender sus necesidades reales".

Para De Francisco Muñoz, el alumnado con discapacidad no debe ser un usuario pasivo: "Necesitamos herramientas y espacios para ser agentes activos del cambio. No basta con recibir apoyos; debemos estar en la toma de decisiones".

Durante su paso por la universidad, esta joven líder ha tenido que enfrentarse a situaciones complejas donde se ha encontrado barreras técnicas, pero sobre todo actitudinales: "Muchas veces pedir una adaptación se vive como un favor, y eso genera desgaste y un fuerte síndrome del impostor".

Daniel Álvarez Barros, otro de los jóvenes líderes que ha participado en el VII Congreso Universidad y Discapacidad, ha explicado que su experiencia estudiando Lenguas Modernas y Literatura fue "positiva en líneas generales", gracias al apoyo del servicio de atención a la discapacidad, de sus compañeros y de parte del profesorado.

Aun así, reconoce que la Fundación ONCE tuvo un papel clave a la hora de adaptar materiales cuando la universidad no llegaba a tiempo. "Había profesores muy implicados y otros que aplicaban las adaptaciones de forma más mecánica, y eso marca mucho la diferencia", ha señalado. Actualmente estudia en modalidad on-line, un entorno donde se enfrenta a nuevas barreras: "El apoyo es menos cercano y muchos contenidos no son accesibles. Explicar tus necesidades por correo y negociar adaptaciones es más complicado, y eso genera una brecha que aún debemos cerrar".

En cuanto a la experiencia del congreso, Álvarez Barros ha afirmado que le ha permitido situar su vivencia en un contexto más amplio: "Me voy con muy buena sensación. Este encuentro demuestra que hay más de 400 personas --expertas, estudiantes y profesionales-- que creen en una universidad inclusiva y trabajan por mejorarla".

"Es gratificante ver cómo realidades distintas se unen para buscar soluciones a barreras que, al final, suelen ser las mismas". Para Álvarez Barros, participar en este espacio también refuerza el papel del alumnado con discapacidad como agente de cambio: "La mayor enseñanza es saber que no estamos solos. Compartir experiencias te llena de energía y te anima a implicarte. No hace falta saberlo todo para participar; lo importante es estar y aportar".

El VII Congreso Internacional Universidad y Discapacidad ha reunido a más de 400 expertos, representantes institucionales e investigadores procedentes de 25 nacionalidades, además de docentes y estudiantes con discapacidad. Durante tres días, el programa ha incluido conferencias internacionales, mesas de diálogo, talleres prácticos, presentaciones de comunicaciones, espacios de trabajo en red y actividades paralelas como visitas adaptadas a edificios emblemáticos de la ciudad de Granada o demostraciones de tecnologías accesibles.

El encuentro ha tenido como eje central el lema 'Tendencias y desafíos para una universidad inclusiva', abordando cuestiones clave como la accesibilidad, la innovación docente, la empleabilidad, el diseño universal del aprendizaje o la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior.

Organizado por la Fundación ONCE y la Universidad de Granada, este congreso ha contado con el apoyo de Inserta Empleo y el Fondo Social Europeo Plus, así como con la colaboración de la Fundación Universia, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, el Cermi, el Ayuntamiento de Granada, Acciona, Accenture, el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

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