Actualizado 27/04/2011 09:18

El Gobierno de Níger pide ayuda internacional para atender a los nacionales que regresan de Libia y Costa de Marfil


NIAMEY, 27 Abr. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Níger ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atender a los miles de nacionales que han regresado a su territorio procedentes de Libia y Costa de Marfil, países que han abandonado huyendo de la violencia.

"El Gobierno hace un llamamiento a los donantes internacionales para hacer frente al retorno de nigerinos desde Libia y Costa de Marfil", reza el comunicado divulgado por la radio estatal. Se calcula que unos 54.000 nigerinos han regresado desde el primer país, aunque se desconoce la cifra exacta de los que han llegado desde el segundo.

Níger recuerda que, a diferencia de los países occidentales, no ha podido evacuar a sus nacionales de las zonas en conflicto debido a la falta de recursos, por lo que muchos de ellos se han visto abocados a largas travesías por el desierto para volver al país, lo que ha dañado su salud.

La mayoría ha entrado a través de Dirkou, donde se ha levantado un campamento de refugiados con capacidad para 250 personas, aunque diariamente llegan unas 1.000. Así, las autoridades nigerinas admiten que no pueden asumir los costes de los cuidados, sobre todo médicos, que requieren los recién llegados.

"Nuestra capacidad se ha visto muy limitada, por lo que la gente se ha visto forzada a acampar fuera de las instalaciones o con otras familias", ha dicho Abibatou Wane, de la Organización Internacional de Migración (OIM).

"Necesitamos acelerar la evacuación de aquí para crear otros espacios, pero el coste es muy elevado. La mayoría de la gente no puede pagar el transporte y nosotros estamos prácticamente sin fondos para ayudarles", ha lamentado.

Por su parte, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) ha advertido de que la falta de agua potable, la ausencia de una correcta higiene y de atención médica en estos campamentos podría derivar en la propagación de enfermedades diarreicas.

La vuelta de miles de ciudadanos a este país supone el primer gran desafío para el nuevo gobierno civil nigerino, que fue nombrado la semana pasada después de un año de régimen militar interino, que asumió el poder tras el derrocamiento del presidente Mamadou Tandja.

A pesar de contar con importantes reservas de uranio, que le convierten en uno de los principales proveedores de la industria nuclear francesa, Níger es uno de los países más pobres del mundo. El 60 por ciento de su población vive por debajo del umbral de la pobreza.