Actualizado 06/11/2007 21:36

Los inmigrantes rescatados proceden de al menos seis países africanos y se encuentran "tremendamente deteriorados"

MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los 101 inmigrantes rescatados por una patrulla mauritana en aguas del Atlántico, tres de los cuales fallecieron cuando recibían asistencia médica, proceden de al menos seis países africanos y se encuentran "tremendamente deteriorados", según informó a Europa Press el portavoz de Cruz Roja en Mauritania, Pedro Florida.

El grupo presentaba "profundos signos" de deshidratación e inanición que desvelaban la "falta de bebida y de comida durante días", las cerca de 18 jornadas que, según las primeras estimaciones, pasaron en alta mar a la deriva.

En concreto, a la espera de que las autoridades mauritanas procedan a su identificación, los primeros informes apuntan que podría tratarse de inmigrantes procedentes de Senegal, Mali, Gambia, Guinea Conakry, Guinea Ecuatorial y Guinea Bissau.

Aunque los náufragos "están muy debilitados" y en muchos casos "no pueden ni hablar", Florida presenció como varios de ellos "se echaban a llorar" al descubrir al personal humanitario mientras otros "daban las gracias sin parar".

Según los testimonios de los rescatados relatados a cooperantes de Cruz Roja, en la patera viajaban unas 150 personas, parte de las cuales, en torno a medio centenar, aún siguen desaparecidas en aguas del Atlántico. Los fallecidos fueron arrojados por la borda.

Entre los rescatados, no había mujeres y uno de ellos podría ser menor de edad. Se trata de un varón de aspecto adulto que aseguró tener 16 años, pero según cuenta el portavoz de Cruz Roja, "estaba muy mareado y balbuceaba" por lo que "no se le entendía muy bien".

Esta es una de las siete personas que han sido trasladadas a un hospital dado su estado de salud. El resto del grupo se encuentra alojado en un edificio de hormigón cercano al puerto en Nuadibú, que gestionan las autoridades mauritanas.

DOS TRAGEDIAS EN QUINCE DÍAS

Las aguas atlánticas de la costa subsahariana registraron hoy la segunda tragedia en materia migratoria de los últimos quince días, con la desaparición de 56 extranjeros, muertos por inanición, y arrojados por la borda del cayuco en el que viajaban rumbo a África.

El pasado día 24, El pesquero gallego Tiburón III encontró a 300 millas (unos 550 kilómetros) de las costas de Senegal y de Mauritania un cayuco que llevaba veinte días a la deriva. A bordo quedaban un solo superviviente -el patrón senegalés de la embarcación- y siete cadáveres: los cuerpos de los últimos inmigrantes en morir, de un total de 53 que habían iniciado la travesía hacia Canarias.