Valla de Melilla
Foto: Reuters

MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El Ministerio del Interior no ha aceptado la recomendación del Defensor del Pueblo de sustituir los alambres con cuchillas que coronan las vallas fronterizas de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla por un mecanismo no cortante, petición que le había trasladado la institución a raíz de las quejas presentadas al respecto, como la de Andalucía Acoge.

   El Defensor del Pueblo instaba en concreto a Interior a "retirar la concertina existente sobre el vallado exterior, sustituyéndola por un mecanismo no cortante que dificulte el salto de las vallas", pero según explica la institución, "del contenido del escrito remitido por el Ministerio del Interior se desprende que la citada Recomendación no ha sido aceptada".    

   Desde que a finales del año pasado, Interior ordenó la reinstalación de concertinas en zonas de la valla de Melilla de las que se habían quitado en 2007 por motivos humanitarios, se han reproducido las críticas sociales e institucionales exigiendo su inmediata retirada.

   La propia Defensora, Soledad Becerril, ha pedido en público y en diversas ocasiones la retirada de estos alambres de cuchillas, pues en su opinión, la concertina es "una barbaridad" que acabará por provocar "un desgraciado accidente".

   Para Andalucía Acoge, este tipo de alambradas vulneran el artículo 15 de la Constitución Española que reconoce el derecho a la vida y a la integridad física de todas las personas, argumento que esgrimió en la queja presentada ante la Alta Institución.

   Con todo, el ministro Jorge Fernández Díaz ha venido argumentando que estos alambres con cuchillas tienen "un fin disuasorio", que son una medida "pasiva, no agresiva", que causan "heridas superficiales" y que si se pueden utilizar para proteger instalaciones como cárceles o centrales nucleares, deben servir también para la valla fronteriza.

   Cuando la propia Comisión Europea cuestionó estos mecanismos, --la responsable de Interior, Cecilia Mälmstron dijo causaban heridas graves--, Fernández Díaz contestó con un doble argumento: que si se declaraban ilegales reconsideraría su posición y que si alguien le proporcionaba un método igual de eficaz y no lesivo, lo instalaría. Ninguna de estas cosas ha ocurrido hasta la fecha.

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