España ya ha recibido tantas solicitudes de asilo como en todo 2013

   MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -

   Los ciudadanos sirios son ya más del 70% de la población del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, donde la semana pasada eran 1.111 residentes y entre ellos, los de origen subsahariano, unas 300 personas, minoría. Es la primera vez desde la guerra de Argelia, a mediados de los 90, que se vive una situación similar en las ciudades autónomas.

   Lo cuenta en una entrevista con Europa Press la representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en España, Francesca Friz-Prguda, para incidir en el "dramático cambio de perfil" de las migraciones en los dos últimos años. "Hasta los colores de las personas que llegan han cambiado, igual que han cambiado sus necesidades", reflexiona.

   En lo que va de 2014, han llegado a las ciudades autónomas más de 2.400 sirios, que no entran saltando la valla. En el CETI al cierre de noviembre residían 770 de esta nacionalidad, junto a unos 300 subsaharianos entre los que había también muchas personas susceptibles de pedir protección internacional a España: 10 de Malí, 41 de Costa de Marfil, diez de República Democrática del Congo o siete mujeres nigerianas, entre otros perfiles.

   El número de llegadas sigue siendo, no obstante, muy bajo en comparación con el resto de países de la Unión Europea y, por supuesto, con el de países como Jordania o Líbano, donde en la actualidad uno de cada cuatro residentes son refugiados de la guerra: de sus cuatro millones de habitantes, un millón son desplazados. En Europa, con 508 millones, el número de solicitantes de asilo no llega a 400.000.

   "Se hace obvio que el mundo requiere un mejor y más eficaz mecanismo de compartir esta responsabilidad y es en nuestro propio interés, no solamente por ser buenos y solidarios, no, porque esto también tiene un lazo muy importante con la seguridad y estabilidad regional y por tanto, con la seguridad y estabilidad global", plantea la representante del ACNUR.

   En la actualidad, el mundo afronta la mayor cifra de personas desplazadas forzosamente de sus hogares de la Historia moderna, en pugna directa con el balance que arrojó la Segunda Guerra Mundial. Sólo la guerra de Siria ha dejado ya más de diez millones de desplazados, de los que algo más de seis millones han tenido que moverse dentro del propio país y unos tres millones y medio intentan protegerse en otros estados.

   Sin embargo, en España este nuevo paradigma de las migraciones pasa relativamente desapercibido, "el concepto de que también llegan aquí, que ese desplazamiento está teniendo un impacto, es algo que la sociedad no ha terminado de asumir". Según ACNUR, se debe en parte a que muchas de las personas que necesitan amparo entran por Ceuta y Melilla, donde tradicionalmente han sido mayoría quienes emigraban en busca de trabajo.

   "Es algo relativamente nuevo que el perfil de aquellos que han entrado irregularmente por las ciudades autónomas sea tan claramente de refugiados. La situación está y ha estado tan enfocada hacia la inmigración irregular que simplemente todavía no se ha asumido que el perfil ha cambiado drásticamente", señala Friz-Prguda.

800 SOLICITUDES DE ASILO EN UN MES

   Además, hasta la fecha las cifras de solicitudes de protección han sido bajas en comparación con el resto de la Unión Europea. En 2013 se incrementaron de 2.500 a 4.500, cifra que se había alcanzado ya al cierre del pasado mes de octubre. Sin embargo, conforme recuerda Friz-Prguda, es una previsión de 5.000 peticiones al cabo del año para un país que tiene más de 45 millones de habitantes.

   La cifra, que en los primeros nueve meses había seguido la misma tendencia que en 2013, se incrementó en octubre con más 800 peticiones. La responsable del ACNUR asocia el aumento con que en el puesto fronterizo de Melilla se están recogiendo solicitudes de protección internacional desde el pasado mes de septiembre, en una fase piloto de lo que serán las anunciadas oficinas de asilo de las ciudades autónomas.

   Sobre esta iniciativa, celebrada por el ACNUR como "un paso muy importante en la dirección correcta", Friz-Prguda reconoce que la institución tiene "preocupaciones" al respecto, como el hecho de que ninguna de las solicitudes recogidas en el puesto fronterizo en estos dos meses sea de ciudadanos subsaharianos. Son prácticamente todas de sirios y alguna de palestinos.

   "Nos preocupa que no se puedan acercar de la misma forma porque pueden estar en necesidad de protección y eso no tiene tanto que ver con la administración española como con el país vecino, Marruecos, que no se lo permite. Puedes tener un régimen muy correcto como el puesto de asilo, pero si solo un colectivo puede acercarse, significa que hay otro que todavía va a depender de las vías irregulares", apunta.

EL SISTEMA NO SE ADAPTA

   El ACNUR destaca además que desde septiembre, Ceuta y Melilla han ido moviéndose entre el tercer y quinto puesto de las ciudades españolas que más solicitudes de asilo reciben, pero la capacidad institucional para atender a esas peticiones no ha variado. Recuerda que en el aeropuerto de Barajas, donde se presentan de media casi las mismas solicitudes que en Melilla al mes, tienen una dotación específica sólo para esto. "El sistema se tiene que adaptar a los flujos un poco más. Tiene que ser flexible", señala.

   En esta línea, recuerda que aún "falta una política de transparencia clara y concreta sobre cuáles son los criterios de selección" para trasladar personas llegadas a las ciudades autónomas a la Península. El ACNUR viene reclamando al Ministerio del Interior que traslade sobre la marcha a todos los solicitantes de asilo con la petición admitida a trámite, en lugar de obligarles a permanecer en Ceuta o Melilla hasta que se resuelva su expediente.

   "Este aspecto es un claro e indudable desincentivo a solicitar asilo en Ceuta y Melilla que a la vez, tiene un impacto en el número de solicitudes bajo en España que, a su vez, está siendo visto con cierta irritación entre los países que sí han asumido mucha más responsabilidad a nivel de protección internacional en el resto de Europa, porque ¿Cómo quieres que el sistema europeo funcione si unos hacen todo y otros podrían hacer mucho más?", expone la representante del ACNUR.

SEGUIMIENTO PARA LAS OFICINAS DE ASILO

   ACNUR ha propuesto al Ministerio del Interior la creación de un grupo de trabajo que se reunirá por primera vez en los próximos días, en el que abordar con responsables de Asilo, de Seguridad y más adelante, de Empleo y de atención humanitaria, los retos que se vayan encontrando en la puesta en marcha de las oficinas de asilo a partir de esta primera experiencia piloto en la frontera de Melilla.

   "Esto ahora tiene que funcionar y no sólo se hace a través de una infraestructura, sino con un sistema que interactúe bien engrasado. Para eso, necesitas hablar con todos los actores, saber cuáles son los problemas que van surgiendo en esta experiencia nueva, que lo es. Planteamos elaborar un listado de todos los problemas que se hayan observado para en las sesiones del grupo discutirlos y resolverlos", explica Friz-Prguda.