BRUSELAS, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
La UE y Turquía han firmado este lunes en Ankara un acuerdo de readmisión de inmigrantes irregulares y han lanzado un diálogo con vistas a negociar la supresión de visados para los turcos que quieran viajar a la UE.
La comisaria del Interior, Celicia Malmström, ha firmado el acuerdo de readmisión de inmigrantes este lunes en Ankara con el ministro del Interior turco, Muammer Güler, y ha acordado con el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, un diálogo sobre la liberalización de visados en una ceremonia "paralela" en la que también han participado el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y los embajadores de los Estados miembros en Turquía.
"Hoy es un día de importancia histórica. La cooperación entre la Unión Europea y Turquía ha dado un paso adelante significativo", ha subrayado la comisaria, que ha asegurado que los dos proyectos "en paralelo" darán "un impulso" a las relaciones bilaterales y "beneficios para sus ciudadanos".
Malmström ha confiado en que el acuerdo de readmisión de inmigrantes sean ratificado por ambas partes "sin retraso" y que el diálogo para suprimir visados "permitirá pronto registrar un progreso sustancial".
El principal objetivo del acuerdo de readmisión bilateral es establecer, en base recíproca, procedimientos para que cada parte readmita de forma "rápida" y "ordenada" a las personas de la otra parte que entren o residan de forma "irregular". El acuerdo incluye disposiciones para la readmisión tanto de nacionales de los Estados miembros como turcos, pero también para readmitir a otras personas, incluidas de terceros países y las personas sin Estado.
Las disposiciones del acuerdo relacionadas con la readmisión de los nacionales de la UE y Turquía y los de personas sin Estado y nacionales de terceros países con los que Ankara haya firmado acuerdos bilaterales de readmisión entrarán en vigor el primer día del segundo mes una vez que ambas partes se notifiquen a la otra el fin de sus procedimientos de ratificación interna, mientras que las disposiciones del acuerdo sobre la readmisión de cualquier otro nacional de terceros países entrará en vigor sólo tres años después, como muy pronto en 2017, según Malmström.
Los Estados miembro y el Parlamento Europeo todavía tienen que dar su visto bueno al acuerdo de readmisión, al igual que la Asamblea Nacional turca, para su ratificación.
En el caso del diálogo sobre visados, la idea es lograr eliminar la necesidad de visados para los turcos para estancias de corta duración al espacio sin fronteras europeo Schengen.
HOJA DE RUTA
Según ha avanzado el Ejecutivo comunitario en un comunicado, la Comisión Europea comprobará la legislación y prácticas administrativas de Turquía en base a una hoja de ruta elaborada por Bruselas con los requisitos que deberá cumplir Ankara y que Malmström ha presentado hoy formalmente a las autoridades turcas.
La hoja de ruta incluirá aspectos como la necesidad de la plena y eficaz aplicación del acuerdo de readmisión, requisitos en materia de gestión de fronteras y una política de visados "eficaz" para "impedir la inmigración irregular", contar con "documentos de viaje seguros", el establecimiento de sistemas de inmigración y asilo en línea con los estándares internacionales, que haya estructuras que funcionen para combatir el crimen organizado, centrado en el tráfico de inmigrantes y de seres humanos.
La hoja de ruta también exigirá a Ankara que existe una cooperación "adecuada" policial y judicial con los Estados miembros y la comunidad internacional y el respeto por los derechos fundamentales de los ciudadanos y extranjeros, garantizando una "especial atención" a las minorías y personas vulnerables.
Una vez la Comisión considere que las condiciones fijadas se han cumplido "todos", presentará una propuesta a los Estados miembros para suprimir los visados para los ciudadanos turcos, algo que tendrán que aprobar por mayoría cualificada los Estados miembros y la Eurocámara.
Bruselas ha dejado claro que la hoja de ruta no fija "un calendario específico" para concluir el diálogo -Turquía defiende un máximo de tres años y medio-- y por tanto la rapidez del proceso dependerá "esencialmente" del progreso que haga Turquía para cumplir los requisitos fijados en la hoja de ruta. En todo caso, Bruselas ha avanzado que seguirá apoyando con el fondo de ayudas europeas a la preadhesión las reformas legales y las capacidades prácticas útiles para que Ankara pueda cumplir mejor los requisitos.