PONTEVEDRA 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha señalado apertura de juicio oral para el martes día 9 a las 10.15 horas contra M.L.C.D.S., de 52 años, acusado de un delito continuado de agresión sexual a su hijastra.
Según el escrito de acusación, sobre el año 1993 el procesado contrajo matrimonio con una mujer que tenía una hija menor de edad de una relación anterior.
"Al poco tiempo de convivencia el acusado se obsesionó con la pequeña y, con ánimo libidinoso y prevaleciéndose de su condición de padrastro y del temor que le inspiraba por su carácter fuerte y agresivo, la tocaba", relata el fiscal.
Esta situación continuó hasta que, cuando la niña tenía doce años de edad, el acusado aprovechó la ocasión en que su esposa estaba ingresada en el hospital con motivo del nacimiento de su otro hijo para pasar de los tocamientos a masturbarse sobre ella, según señala la Fiscalía.
Desde ese momento el acusado obligaba a la niña "tres o cuatro veces por semana" a masturbarle. "Para ello se la llevaba al garaje, a la finca y aprovechaba todas las ocasiones en que su esposa no estaba en casa", señala.
Como la hijastra se iba haciendo mayor, el acusado la controlaba
constantemente, la hacía ir con él a todas partes, la llevaba a trabajar al campo, le impedía tener amigos y la seguía cuando salía, le compraba sus objetos personales, la acompañaba cuando compraba ropa, todo ello incluso cuando ya contaba con 19 años de edad.
La chica se fue a trabajar seis meses a Mallorca, donde el acusado la controlaba pese a la distancia, llamándola continuamente para conocer sus amistades y movimientos, según apunta la Fiscalía en su escrito de calificación.
"VA A CORRER SANGRE"
El motivo por el que, según el fiscal, soportó toda la situación fue el clima constante de presión y miedo a la que le sometía el acusado con frases como "que va a correr sangre, que no le importaba ir a la cárcel, y que acabaría con ella, su hermano y su madre".
Desde el año 2005, y al conocer que su hijastra tenía un novio, el acusado empezó con las violaciones, precisa el escrito. Así, el denunciado aprovechaba cualquier ocasión en la que no estaba presente la madre para penetrarla vaginalmente.
A partir del año 2006, fecha en la que la joven finalizó sus estudios y volvió a su domicilio, la frecuencia aumentó casi diariamente. Finalmente, el día 7 de agosto de 2007, y tras ser nuevamente violada, la hijastra escapó de casa y fue con su novio a presentar denuncia.
Como consecuencia de los hechos descritos por la Fiscalía, la joven sufre un daño síquico grave, con ansiedad, estado de ánimo deprimido y trastorno por estrés post traumático.
Fiscalía pide 26 años de prisión por los delitos continuados de agresión sexual y abusos sexuales y 29 años de alejamiento y prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio.