Actualizado 12/03/2013 13:18

La Eurocámara fija esta semana sus líneas rojas para negociar una nueva PAC más verde y equilibrada

BRUSELAS, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento Europeo definirá esta semana sus líneas rojas en la negociación con los Estados miembros y Bruselas para reformar la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2014 e introducir cambios importantes como el llamado 'pago verde', con el que se condicionaría un 30 % de las ayudas directas a esfuerzos medioambientales concretos de los agricultores.

Los eurodiputados debatirán este martes y votarán un día después el informe consensuado en comisión europarlamentaria el pasado enero, que recoge la base de reivindicaciones de Bruselas como fijar un techo máximo de 300.000 euros anuales por explotación, introducir un 'pago base' unitario entre países y sectores y reservar un 30 % de las ayudas al 'pago verde'.

La posición que se someterá al voto contempla también elementos más polémicos como la prórroga de sistemas de producción que asigna cuotas en sectores como el de la leche y el azúcar, en los que los productores se resisten a la liberalización prevista en los próximos años y han pedido a la Eurocámara que respalden su petición de extender estos regímenes. El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, se resiste a ceder en estos asuntos pese a que países productores como España y Francia se han pronunciado a favor.

Otro asunto que la Eurocámara introduce entre sus reclamaciones es el mantenimiento de los derechos de plantación de viñedos que deberían desaparecer en 2016 (con algunas excepciones hasta 2018) y que la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo pide "restablecer" hasta 2030.

El informe que será sometido al voto del pleno en Estrasburgo (Francia) este miércoles cuenta con cerca de 500 enmiendas, aunque esta cifra podría reducirse a última hora, en un intento por simplificar el proceso. En la sesión de enero que sirvió para perfilar este informe se llegaron a presentar unas 8.000 enmiendas, un récord en el Parlamento Europeo que, por primera vez, cuenta con poder de codecisión en la política agraria.

Sobre el 'pago verde', el texto mantiene, con matices, las tres medidas que propone Bruselas para esta prima ecológica: la rotación de cultivos, el mantenimiento de pastos permanentes o disponer de un área de valor ecológico. Con ello dejan de lado la idea de países como España que apuestan por un 'menú' de prácticas más amplio, aunque este punto podría variar con las enmiendas.

La Eurocámara apuesta, con todo, por una flexibilidad para, por ejemplo, poder eximir a determinadas zonas y tipo de explotación de la obligación de cumplir con las exigencias agroambientales del 'greening', por ejemplo al olivar, el vino y la agricultura ecológica.

El pleno deberá aclarar también si finalmente abre la puerta a lo que Bruselas critica como "doble financiación" de determinados esfuerzos medioambientales, porque permitiría a un agricultor percibir el 'pago verde' y fondos de desarrollo rural por una misma medida ecológica.

En comisión europarlamentaria esta posibilidad salió adelante en un estrecho voto sobre el que los socialistas han advertido que actuarán para frenarlo. El eurodiputado responsable del informe sobre ayudas directas, el portugués Luis Manuel Capoulas Santos fue tajante al criticar esta posibilidad: "Es inmoral que un agricultor pueda recibir dos pagas por una misma práctica, con la excusa del medioambiente. Desde mi grupo haré todo lo posible para que se vote en contra".

Otra novedad por el Parlamento Europeo puede ser la de limitar las sanciones para los agricultores que no cumplan con las medidas contempladas en el 'greening', de modo que los incumplidores pierdan el 30 por ciento del pago verde, pero que no afecte al resto de la ayuda que percibe.