El Gobierno japonés prohíbe la venta de espinacas procedentes de cuatro prefecturas próximas a Fukushima-1

TOKIO, 21 Mar. (Reuters/EP) -

El Gobierno japonés ha prohibido la venta de espinacas procedentes de cuatro prefecturas próximas a Fukushima-1, la planta nuclear del noreste del país dañada por el terremoto y el posterior tsunami del pasado 11 de marzo, y la leche producida en Fukushima, la provincia donde se encuentra la central.

El secretario general del Gabinete, Yukio Edano, ha anunciado las nuevas medidas este lunes en una rueda de prensa. Previamente, el Ministerio de Sanidad había advertido de que las espinacas de algunas localidades de la prefectura de Ibaraki superan 27 veces los niveles legales de radiactividad.

Por otro lado, el organismo estatal que supervisa la seguridad en las instalaciones nucleares ha informado de que en las últimas horas no se han producido cambios importantes en los niveles de radiación en Fukushima-1 pese a que se ha detectado humo procedente de dos de sus reactores.

El Ministerio de Sanidad ha recomendado este lunes a los habitantes de Iitate, una localidad de la prefectura de Fukushima, que no beban agua del grifo debido a los materiales radiactivos encontrados en ella, aunque ha descartado que su consumo suponga un riesgo inmediato para la salud humana-

De acuerdo con las mediciones realizadas, el agua de Iitate triplica los niveles normales de radiación. El Ministerio ha detectado 965 becquerelios de yodo radiactivo cuando lo habitual son 300 becquerelios, aunque el agua es apta para la higiene personal y para cocinar los alimentos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado este lunes que la detección de contaminación radiactiva en los alimentos procedentes de las zonas más afectadas supone un problema "más grave de lo que se esperaba".

"Claramente, se trata de una situación grave", ha declarado a la agencia Reuters desde Manila el portavoz de la oficina de la OMS para el Pacífico Occidental, Peter Cordingley. "Es más grave de lo que se pensaba en los primeros días, cuando se creía que este tipo de problemas se limitaba a un radio de entre 20 a 30 kilómetros", ha añadido.