BARCELONA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
La entidad ecologista Greenpeace ha reclamado de nuevo información sobre la fuga de la central nuclear de Ascó I, de la que se tuvo conocimiento hace un año, y advirtió de que, si no es atendida en un mes, se está planteando acudir a los tribunales para requerirla.
En un comunicado, Greenpeace aseguró que la Generalitat está adpotando "una actitud secretista" y "está violando" la ley que regula el acceso a la información ambiental, al no responder varias solicitudes de información sobre el escape radioactivo. Recordó que la ley establece un plazo de un mes para contestar este tipo de peticiones.
Greenpeace dio a conocer el 5 de abril de 2008 la existencia de un escape de partículas radioactivas de Cobalto-60 que la central había ocultado durante varios meses y del que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) "había guardado silencio", recordó. Lamentó que ni CSN ni Generalitat han dado a conocer "la cantidad total de radioactividad que salió al medio ambiente exterior".
La entidad recordó que el CSN y la Generalitat comparten la gestión de la Red de Vigilancia Radiactiva (Revira) en Catalunya, y dijo que está "demostrado" que sus monitores detectaron la fuga, que tuvo lugar en varios episodios a partir del 27 de noviembre de 2007. Greenpeace sostuvo que la Generalitat optó por "guardar silencio".
Ante esta situación, Greenpeace tramitó dos solicitudes de información ambiental a la Conselleria de Economía y Finanzas y, tras haber superado en más de ocho meses y en tres meses, respectivamente, el periodo para dar respuesta, ha vuelto a presentar dos nuevos escritos para reclamar la información.
Greenpeace pide las medidas registradas, desde el 15 de noviembre de 2007 al 13 de junio de 2008, por los monitores de vigilancia de la radiación de la red Revira y pregunta sobre la existencia de un estudio sobre el escape radiactivo encargado por la Generalitat a un profesor de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Para la entidad ecologista, la falta de respuesta de la Generalitat "concuerda con la política ocultista y de sumisión al CSN que el Govern ha practicado".
