BARCELONA 2 (EUROPA PRESS)
La jefe de sala de Emergencias de Tarragona, Carme Dalmau, explicó hoy que la operadora que trabajaba en el Centro de Mando Avanzado (CCA) le manifestó su "malestar" por la ausencia de un jefe que estuviera en dicho centro que pudiera encargarse de dar las órdenes cuando el fuego empeoró, aunque después mandaron a un subinspector de Bomberos de refuerzo.
En su comparecencia en la comisión de investigación parlamentaria, Dalmau relató que el día 21 de julio, cuando se produjo el rebrote del fuego y cinco bomberos del Grupo de Actuaciones Forestales (Graf) de Lleida murieron, en la sala de Tarragona habían dos mandos técnicos, ella como jefe de sala y tres operadores, aunque en algún momento ella tuvo que hacer también de operadora. En el centro de mando avanzado, situado en Horta, estaba la otra operadora que se encargaba directamente de esta emergencia.
Los tres operadores que trabajaron ese día en Tarragona era "noveles", y el que llevaba más tiempo hacía dos meses que trabajaba allí, por lo que en algún momento fue "insuficiente" para hacer el trabajo. Ante esta situación, mandaron varios SMS al resto de personal por si podían acudir a trabajar, aunque nadie contestó, algo que no quiso valorar.
Finalmente, lograron que los operadores y el jefe de sala que tenían que entrar a trabajar la noche del día 21 de julio entraran antes.
No obstante, Dalmau aclaró que los operadores atendieron a todas las llamadas y peticiones que recibieron el día de la extinción del incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona) aunque admitió que vivieron "situaciones tensas".
"En todo momento se hizo todo y se atendió a todo", sentenció Dalmau, que hizo hincapié en que la tensión "no significa que no dieran abasto". "Dadas las circunstancias de ese día en la sala se trabajó correctamente y no se dejó nada por atender", expuso.
Dalmau explicó que, tras el incendio, han sufrido "dos dolores", por la muerte de sus compañeros y por tener que "leer y escuchar que no hicieron todo lo posible por ayudarles", algo que se dice "sin conocimiento de causa" y lamentó que no se haya puesto "ningún filtro de respeto" para las familias y trabajadores.
LAS COMUNICACIONES NO SE SATURARON
El responsable de la Sección de Desarrollo Tecnológico, Jordi Vidal, que acudió al Parlament catalán para explicar el sistema de comunicaciones de los Bomberos, aseguró que no existió saturación de la red a nivel técnico, pero puntualizó que la "capacidad de dar información es superior a la capacidad de gestionarla". "La saturación no es tecnológica", insistió.
Admitió que por la orografía de Horta, que dificulta en algunos momentos las comunicaciones, sí se produjeron "colas de espera" en las comunicaciones, si bien puntualizó que el tiempo medio de espera fue de cuatro segundos -sobre todo los días posteriores a la tragedia, cuando empeoró la situación del incendio-- cuando lo normal son 3,6 segundos.
Explicó que cuando los bomberos heridos apretaron el botón de emergencia de la emisora, tenían prioridad para hablar con los efectivos que forman parte de su grupo de comunicación, entre ellos, el centro de mando avanzado, la sala de Tarragona y la sala central.
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