La tormenta que cortó el AVE Madrid-Andalucía llegó a dejar 40 litros por metro cuadrado en poco más de 20 minutos

Ayer cayeron en España más de 3.500 rayos, la mayoría en Guadalajara, Toledo, Ciudad Real y Madrid

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 11 agosto 2009 16:31

MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

La tormenta que cortó ayer la línea del tren de alta velocidad que une Madrid con Andalucía llegó a dejar 40 litros por metro cuadrado en algunos puntos, como Aranjuez (Madrid), en los 20 minutos de duración del grueso de las precipitaciones, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Según explicó a Europa Press el portavoz de la AEMET, Ángel Rivera, las fuertes tormentas de ayer, dejaron su máximo en la localidad madrileña, mientras que en Toledo, se registraron 23 litros por metro cuadrado. También se vieron afectados por precipitaciones tormentosas otros puntos del centro peninsular y de la Región de Murcia, donde, por ejemplo, en el municipio de Mula, se contabilizaron 28 litros por metro cuadrado. Además, en La Pinilla (Segovia) cayeron 26,8 litros; en Calamocha (Teruel), 20 l/m2 y en Berga (Barcelona), 22 l/m2.

En cuanto al aparato eléctrico de las tormentas, la AEMET contabilizó un total de 3.546 rayos, siendo Guadalajara la provincia que registró un mayor número de rayos, con 1228; seguida por Toledo, con 716; Ciudad Real (536) y Madrid (454). Otras provincias en las que se contabilizaron rayos fueron Cuenca (340), Murcia (156) y Albacete (116). Las 'horas punta' de caída de rayos se localizaron entre las 14:00 y las 18:00, si bien hubo descargas desde las 10:00 hasta las 20:00.

En concreto, la tormenta que afectó al sur de Madrid y al norte de la provincia de Toledo, que provocó el corte del AVE, fue, según Rivera, "muy localizada y con una torrencialidad y violencia muy fuertes". "Se crea un problema cuando coincide que en la zona afectada, que puede ser la octava parte de una provincia o menos, hay infraestructuras", explicó. "Muchas veces ocurre lo mismo en el campo y no pasa nada", agregó.

INGREDIENTES "TÍPICOS" DE UNA TORMENTA

Esta tormenta tuvo, según Rivera, los ingredientes "típicos" de las tormentas de verano: "el aire cálido y húmedo en la parte inferior, que actúa de combustible, y el frío en las capas altas de la atmósfera, que es el motor".

De este modo, la tormenta se produce por el choque del aire cálido y húmedo de la parte baja, que se enfría al subir, con las masas frías en la parte superior. A mayor contraste entre las temperaturas, mayor también será la consiguiente tormenta, según señaló el portavoz de la AEMET.

En verano, se dan las circunstancias más idóneas para que se produzcan las tormentas ya que "es cuando el aire de la parte baja está más cálido y húmedo, es más ligero y tiene más agua, por lo que el combustible (para las tormentas) es mejor".

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