MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió este martes de que la nueva política económica que aplicará el Gobierno iraní durante los próximos cinco años empeorará la situación de los refugiados afganos que viven en el país persa y, por otro lado, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione 18 millones de dólares (casi 15 millones de euros) para paliar el déficit que experimentará ACNUR este año en la financiación de sus actividades de apoyo a estos refugiados.
Andrej Mahecic, portavoz de ACNUR, dijo en el Palacio de las Naciones de Ginebra que "en Irán muchos refugiados están sintiendo los efectos de la creciente inflación y pasando apuros para pagar la comida y los costes médicos", una situación que se prevé que "empeorará" la nueva política económica comience aplicarse este año.
"La nueva política implicará la eliminación de subvenciones para la electricidad, el agua y otros servicios públicos y productos básicos como los alimentos. Aunque el Gobierno proporcionará a los iraníes una red de seguridad consistente en subsidios en efectivo, ésta no se extenderá a los refugiados", explicó Mahecic, que concluyó que, por lo tanto, "los refugiados vulnerables necesitarán un apoyo adicional".
El Estado iraní destina 100.000 millones de dólares cada año (casi 82.000 millones de euros), es decir, casi un tercio del PIB, a subvencionar la compra de productos como el petróleo, el gas natural, la electricidad y los alimentos.
ACNUR, que lleva a cabo sus programas para los refugiados afganos en colaboración con el Gobierno iraní, calcula que necesita cubrir un presupuesto de 36,8 millones de dólares (30,2 millones de euros). Pero de momento sólo ha recibido una quinta parte de esa cantidad, señaló Mahecic.
El portavoz de ACNUR indicó que durante los últimos años y debido a la falta de seguridad y de una buena situación económica en Afganistán, la repatriación voluntaria de los refugiados que viven en Irán ha disminuido considerablemente.
Así, en 2009 regresaron a Afganistán 6.000 refugiados; en 2008, 3.600. Actualmente están registrados en Irán más de un millón de afganos, de los cuales el 97 por ciento viven en comunidades urbanas o semiurbanas. Mahecic aseguró que su numerosa presencia pone a prueba el funcionamiento de los servicios sanitarios y educativos.
Irán ha acogido a dos generaciones de refugiados afganos pero, según Mahecic, "no ha recibido demasiada ayuda internacional". El portavoz indicó que estas personas se han beneficiado de los servicios sanitarios y educativos iraníes y, en general, han podido encontrar un medio de vida, aunque de manera informal hasta el año pasado, cuando se emitieron permisos de trabajo para los refugiados registrados.
FALTA DE FONDOS
Dada la reducción en el número de regresos, ACNUR ha ampliado su programa en Irán para mejorar la atención que requieren los refugiados. "Pero ahora mismo, con los fondos que tenemos, sólo podemos satisfacer el 22 por ciento de las necesidades de educación, salud y sustento y de mejora de los sistemas hídricos, de letrinas y otras infraestructuras en los asentamientos de refugiados y en las áreas urbanas con grandes concentraciones de refugiados", dijo.
"La cifra de 18 millones de dólares que estamos pidiendo es para cubrir la brecha que prevemos que va a haber en la financiación", afirmó Mahecic.
Además del millón de refugiados afganos que están registrados en Irán, hay otros 48.000 refugiados iraquíes. Desde 2002, ACNUR ha contribuido a la repatriación de más de 860.000 refugiados a Afganistán, y desde ese año otro millón han regresado de forma espontánea.
