Actualizado 09/03/2009 14:58

Asociaciones de mujeres consideran "adecuado" que el 'segundo violador del Eixample' permanezca vigilado

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MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las asociaciones de mujeres consideran "adecuado" que el 'segundo violador del Eixample' permanezca vigilado, después de que fuera puesto en libertad ayer en Francia al haber cumplido su pena, a la espera de un nuevo juicio el próximo 16 de abril en Barcelona, si bien alertan del peligro de que "vuelva a reincidir".

En este sentido, desde la asociación de mujeres 'Tamis', su presidenta, Altamira Gonzalo, cree que, "tal y como dice su psiquiatra y la Fiscalía", el violador "no se ha reinsertado, a pesar de los años que cumplió de cárcel". Por ello, valora que "hay muchas posibilidades de que vuelva a reincidir como cada vez que ha tenido un permiso penitenciario".

No obstante considera que "lo que se va a hacer, la libertad vigilada por parte de la Policía, es una medida adecuada porque limita su libertad, pero tiende a asegurar la del resto de las personas y evitar que delinca antes de ser juzgado de nuevo".

"En este tipo de delincuentes su reinserción es especialmente difícil, ya que son delitos que no responden a necesidades que se puedan cubrir", explica Gonzalo. En el caso concreto del 'segundo violador del Eixample', advierte de que "parece ser que no existe una posibilidad de que se rehabilite, ya que 16 años son muchos como para que si una persona se puede rehabilitar se pueda saber". Por ello, en este caso, cree que "lo que hay que hacer es tratar de evitar con todos los medios que el Estado de Derecho tiene que vuelva delinquir y haga daño a más víctimas".

Desde la Fundación Mujeres comparten este análisis. "Desde el punto de vista de la seguridad ciudadana es razonable establecer una vigilancia no invasiva", valora su portavoz, Marisa Soleto, que hace especial hincapié en que "deberían buscarse soluciones de largo alcance, que no respondan sólo a la emergencia", si bien aclara que no sabe "cuáles son".

"Lo que está demostrado es que las prácticas que se vienen aplicando para la reinserción de este tipo de delincuentes tienen una tasa de éxito muy baja", considera. "Es evidente que la pena tiene como finalidad la reinserción, pero cuando no se consigue, algo habrá que pensar para que las consecuencias de ese fracaso no lo paguen las víctimas. Tenemos un problema con este tipo de casos", concluye.