Actualizado 20/04/2007 15:27

Un buitre con emisor conduce hasta 16 animales muertos y once cebos envenenados en Sierra Pelada (Huelva)

HUELVA, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

La señal de un buitre negro equipado con un emisor ha llevado a la Consejería de Medio Ambiente hasta un coto de caza con veneno, cercano a Sierra Pelada (Huelva), que amenazaba la mayor población de buitre negro (Aegypius monachus) de Andalucía. Una vez allí, los técnicos y agentes encontraron 16 animales muertos y once cebos envenenados.

En total, se encontraron en este coto, adscrito al término municipal de Puebla de Guzmán (Huelva), ejemplares muertos de siete buitres leonados (Gyps fulvus), un buitre negro, dos lirones caretos (Eliomys quercinus) y una lagartija colilarga (Psammodromus algirus), tres musarañas (Crocidura russula) y dos meloncillos (Herpestes ichneumon), según informó la Junta en un comunicado remitido a Europa Press.

Tras analizar los animales en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD), de la Junta de Andalucía, se ha confirmado que las muertes se produjeron por la ingestión de cebos envenenados con una sustancia altamente tóxica.

En la inspección, llevada a cabo la semana pasada y en la que participó el Equipo Canino Para la Detección de Cebos Envenenados, en el coto se hallaron once cebos envenenados con la misma sustancia, además de doce lazos y un cepo listos para ser usados.

Una vez confirmados los resultados de las analíticas, la Consejería de Medio Ambiente los trasladará a la Fiscalía para que se inicien las acciones legales pertinentes contra el propietario del coto donde se hallaron los animales y los cebos envenenados. La administración ambiental ha iniciado el expediente sancionador correspondiente a este coto para determinar una posible sanción al mismo.

El uso de cebos envenenados está tipificado como delito en el artículo 336 del Código Penal, estableciéndose penas de prisión de cuatro a 24 meses, e inhabilitación para la caza por un período de tres a ocho años, en caso de identificarse como cazador al sujeto responsable.

Además de otras normativas europeas, la Ley 4/89 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres a nivel estatal y la Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Silvestres de Andalucía, en su artículo 75 considera el uso de venenos como una infracción "muy grave, pudiendo imponerse sanciones desde 60.101,22 a 300.506,05 euros".

Esta actuación, coordinada por el equipo de seguimiento del buitre negro en Andalucía, ha sido posible gracias a 'Binga', un ejemplar adulto de buitre negro de la colonia de Sierra Pelada que se recuperó de un caso de envenenamiento en la Red Andaluza de Centros de Recuperación de Especies Amenazadas y que fue devuelto al medio natural el pasado otoño, con un dispositivo de radioseguimiento de tecnología satélite.

Desde entonces, un equipo ha seguido los movimientos de este buitre para llevar a cabo un rastreo pormenorizado que indicase cuál era su área de campeo y así determinar la zona donde pudo ingerir el veneno. En las últimas semanas, los indicios apuntaban hacia este coto de caza de Puebla de Guzmán, por lo que la consejería envió al Equipo Canino para la Detección de Cebos Envenenados que, en presencia del Seprona, halló los animales muertos y los cebos envenenados.

El buitre negro, con casi tres metros de envergadura, es un ave carroñera que figura en todas las listas de especies amenazadas. En Andalucía existen cuatro poblaciones principales de esta rapaz, que totalizan algo más de 230 parejas, lo que representa casi el 15 por ciento de las parejas españolas y el 12 por ciento de las europeas.