Actualizado 02/10/2007 16:40

Castilla y León cuenta con la segunda red "más grande" del país para la asistencia a mujeres víctimas de malos tratos

SALAMANCA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

La directora general de la Mujer de la Junta, Alicia García Rodríguez, aseguró hoy que la red de asistencia a mujeres víctimas de malos tratos es "la segunda más grande a nivel nacional".

Así lo manifestó en la inauguración del seminario 'Buenas prácticas en la atención a mujeres gitanas víctimas de violencia de género' que se celebró hoy en Salamanca.

En este encuentro, organizado por la Fundación Secretariado Gitano, destacó que en la capital charra se está desarrollando un programa "pionero"; se trata de Edelweiss, que pretende "facilitar la vida familiar y laboral" de las mujeres víctimas de malos tratos, indicó García Rodríguez.

Además, señaló que conjuntamente en este mismo municipio la Administración está posibilitando la formación de quince mujeres que han sufrido malos tratos para que "se incorporen al mercado laboral".

Asimismo, dentro de las ponencias que se celebraron, participó la coordinadora de programas de la Casa de Acogida 'Beatriz de Suabia', María Pilar Molina Martínez, que denunció que "aún queda mucho camino por recorrer" en el caso de la violencia en los hogares.

Además, aseguró que las trabas son mayores cuando se trata de una mujer gitana la que sufre la violencia porque "en una gran mayoría de ocasiones es rechazada por su entorno, que no es capaz de entender esta realidad, derivando en repudio".

Por su parte, la colaboradora de la Fundación Secretariado Gitano, Cristina García García, manifestó que "la sociedad ha venido consintiendo la violencia de género en el marco de una estructura familiar patriarcal basada en la supuesta superioridad de los hombres" y que sus consecuencias "han exigido la intervención de las instituciones públicas".

Igualmente, Cristina García reseñó que se debe prestar "especial atención" a los diferentes grupos étnicos y culturales, ya que "en ellos se establecen diferentes formas de relaciones familiares y de pareja".

En este sentido, apostó por la mediación; "es un recurso que actúa como puente entre la comunidad gitana y la sociedad mayoritaria para promover un cambio constructivo en las relaciones entre ambas", finalizó.