Actualizado 26/07/2007 19:07

Ecologistas en Acción achaca la proliferación de medusas a las alteraciones del ecosistema marino

MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las alteraciones del ecosistema marino provocan un crecimiento alarmante de las poblaciones de medusas, según la organización Ecologistas en Acción, que considera que la única solución es recuperar el equilibrio del ecosistema. Las medusas en nuestras aguas han ido pasando de ser un 'ligero'" contratiempo durante la época de baño hasta ser un fenómeno continuo que ha comenzado a afectar a industrias importantes del Mediterráneo como son el turismo y la pesca.

Se ha roto la cadena trófica. Estamos exterminando a los principales predadores de las medusas: el atún, pez espada, pez luna, la tortuga marina... que ingieren grandes cantidades de medusas. La población de atún rojo ha disminuido en un 80% y a pesar de que la tortuga marina es una especie protegida se pescan de forma accidental, sólo en la costa mediterránea más de 25.000 al año, denuncian los ecologistas.

La reducción de las poblaciones de peces por la pesca profesional ha acabado con los competidores naturales de las medusas por el alimento. Además, las costas del Mediterráneo están altamente urbanizadas y pobladas generándose un vertido continuo de aguas residuales al mar, que unido a los nitratos procedentes de la agricultura intensiva son un caldo de cultivo perfecto para el plancton del que se alimentan las medusas.

Otros factores que influyen en la proliferación de las medusas son el aumento de la temperatura debido al cambio climático, y la disminución del caudal de los ríos que ha hecho que se reduzca la cantidad de agua dulce que llega al mar, reduciendo la salinidad formando un cinturón costero que impide a las medusas acercarse a la orilla.

Para Ecologistas en Acción la solución está en recuperar el equilibrio del ecosistema, pasando por una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, una inversión de la tendencia a vivir en la costa, depuración total de las aguas residuales, desarrollo de una agricultura de menor impacto ambiental y la puesta en marcha de programas pesqueros con una moratoria en las capturas de atún y otras especies, así como la erradicación de artes de pesca no selectivas.