Actualizado 22/12/2009 19:36

España teme una menor ambición en los compromisos de reducción de terceros países

Reuters


BRUSELAS, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, confió este martes en que no haya "sorpresas a la baja" cuando los países presenten sus compromisos de reducción de emisiones ante Naciones Unidas antes del 31 de enero de 2010 y recordó los planteamientos "originales" y mensajes "a veces confusos" que algunos socios internacionales presentaron en las últimas horas de negociaciones en Copenhague.

El acuerdo de mínimos sin compromisos jurídicamente vinculantes que los líderes mundiales cerraron el pasado fin de semana en Copenhague es un resultado "frustrante" que queda muy lejos del trabajo y expectativas de la Unión Europea, según explicó Ribera en rueda de prensa ofrecida en Bruselas, al término del Consejo de ministros de Medio Ambiente de la UE.

La secretaria de Estado compareció junto al ministro de Medio Ambiente sueco y presidente de turno del Consejo de ministros, Andreas Carlgren, ya que España toma el relevo y a partir del próximo 1 de enero asumirá la presidencia de turno de la UE.

Carlgren fue duro con el resultado de la Cumbre sobre el Clima que tachó de "decepcionante" y sobre el que advirtió de que "diluye" las acciones necesarias para lograr limitar a dos grados centígrados el calentamiento global, tal y como recoge el texto de compromiso.

Sin embargo, confirmó que la UE "va a seguir luchando por un acuerdo jurídicamente vinculante para todas las partes" y señaló a Washington y Pekín como los responsables de que el pacto de Copenhague no fuera más allá. Al trazar la imagen "geopolítica" de la cumbre sobre el clima, Carlgren quiso "dejar claro que Estados Unidos y China no querían llegar a más".

Por su parte, el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, apuntó que a pesar de la "decepción", "el resultado de Copenhague es mejor que no tener resultado" y recordó que este "no es el final, sino el principio" para seguir la lucha contra el cambio climático.

A este respecto, la secretaria de Estado española indicó que tras esta primera valoración "en caliente", los Veintisiete tendrán oportunidad de "extraer lecciones" de lo ocurrido y establecer una "reflexión estratégica" cuando los ministros de Medio Ambiente se reúnan de manera informal en Sevilla, los próximos 15,16 y 17 de enero.

Allí, la Comisión Europea presentará un "análisis en detalle" con el que "precisar los pasos más inteligentes para conseguir los objetivos más estratégicos" en los próximos meses.

MANTENER EL LIDERAZGO DE LA UE

Ribera recalcó que los meses de la presidencia española de la UE serán un periodo clave para avanzar en el acuerdo global que se pretende. Se refirió especialmente al plazo "crítico" del 31 de enero, para cuando todos los países tienen que entregar sus compromisos de reducción de emisiones contaminantes.

En este marco, Europa tiene que "presionar para que cada uno de los países esté a la altura de las circunstancias" y admitió que "no es probable" que ninguno de ellos revise al alza sus compromisos y confió en que "no haya ningún tipo de sorpresa a la baja". "Eso es capital", remarcó.

Ribera dijo que no hay "indicios" que hagan pensar que nadie vaya a dar "un paso atrás", pero quiso "recordar (a la comunidad internacional) que hay que estar a la altura de las circunstancias y señalar con hechos lo que es un compromiso político".

Para la secretaria de Estado el "primer reto" va a ser que los distintos países comuniquen a la ONU compromisos que estén "por lo menos a la altura de las circunstancias" y recordó que el planteamiento en las últimas horas de negociación en Copenhague fue "especialmente original" y hubo "mensajes a veces un poco confusos por parte de algunos".

De cualquier modo, descartó que sea posible cerrar un acuerdo jurídicamente vinculante durante la presidencia española de la UE por cuestiones de "calendario", argumentando que la próxima cita prevista por Naciones Unidas será en México en noviembre de 2010. La presidencia española "sí será clave" en la "identificación de la línea estratégica" a seguir para lograr el acuerdo.

Finalmente, el ministro sueco descartó en principio introducir tasas a las importaciones de países terceros que no reduzcan sus emisiones si no se logra un acuerdo vinculante, pero admitió que "seguramente" esté en el debate de los próximos meses.

En su opinión, si se adopta una posición de "levantar armas y amenazar" a los países que no quieran un acuerdo imponiendo gravámenes se ofrecerá una posición más "fragmentada". "Hay que decidir si queremos un acuerdo global o un escenario más fragmentado. Puede amenazar con tasas de carbono o puede continuar trabajando para un acuerdo global", zanjó.

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