El fiscal eleva a 22 años y medio de prisión la petición de pena para el presunto asesino de Ivana

MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

El representante de la Fiscalía de Madrid ha elevado a 22 años y medio de prisión la solicitud de pena para Sergio G.M. al considerar acreditado que el 21 de enero de 2010 mató a Ivana S.F. de 82 puñaladas, de las que 21 fueron mortales, en su domicilio situado en la localidad de Brunete.

En la última sesión del juicio, el fiscal ha modificado la pena de cárcel solicitada en su acusación inicial al elevarla de veinte a 22 años y medio por un delito de asesinato, con la agravante de parentesco.

En su informe, ha recalcado que el agresor se ensañó con la víctima, ya que le asestó una gran cantidad de puñaladas, la mayoría de compromiso vital, y actuó de forma alevosa al no dejar a Ivana posibilidad de defenderse de su brutal ataque.

Así, ha recalcado que Sergio fue "responsable de sus actos" al estar "en pleno uso de sus capacidades cognitivas y volitivas" frente a la versión de su defensa. Además, ha criticado que su abogado tache a su cliente como un toxicómano, cuando a su juicio es "un consumidor esporádico".

Por su parte, el abogado defensor ha rebajado de ocho a cinco años de cárcel su solicitud de pena por un delito de homicidio al apreciar que concurren las atenuantes de drogadicción y enajenación mental. Además, pide subsidiariamente que se le interne en un centro psiquiátrico ante el trastorno de personalidad que padece desde la infancia.

"SUFRIMIENTO INNECESARIO"

La acusación particular que representa a los padres ha solicitado que se le condene a 22 años y medio, mientras que la abogada de su anterior marido y sus dos hijas reclama veinte años de prisión. "Se le causó un dolor mucho más del necesario para haberla matado. Ya en el suelo, la remató", ha subrayado la abogada de los padres de Ivana.

Además, la acción popular reclama 25 años de cárcel por asesinato con las agravantes de parentesco y abuso de superioridad. "No hay ningún dato objetivo que indique que pudiera perder la memoria", ha dicho el letrado en alusión a la versión del procesado de que no recuerda nada de lo sucedido el día de los hechos.

"Tenía voluntad de matar y estuvo con las plenas facultades de saber lo que quería hacer", ha reseñado. "Ejecutó el acto con alevosía, por sorpresa y concurrió el ensañamiento y un claro abuso de superioridad y de confianza", ha remachado.

Según el fiscal, Ivana S.F., de 32 años, murió de 82 puñaladas días después de comunicar a su pareja su intención de romper la relación, un hecho que éste no aceptó. La víctima estaba divorciada y tenía la custodia de sus dos hijos, de 10 y 11 años.