Actualizado 28/03/2007 18:57

Juzgan mañana a un hombre acusado de matar de dos puñaladas a la madre de Encarnación Rubio


GRANADA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia provincial de Granada juzga mañana a un hombre, para el que el fiscal pide 16 años de prisión, por matar a la madre de Encarnación Rubio --asesinada por su marido que la atropelló hasta la muerte en 2004 en Cúllar Vega (Granada)-- y herir al padre, después de apuñalarlos en el rellano de las escaleras de su edificio donde discutían con su madre.

Para el acusado, F.M.L., que se encuentra en prisión desde el día de los hechos --4 de agosto de 2005-- como presunto autor de un delito de homicidio y otro en grado de tentativa, concurre una atenuante por sufrir un retraso mental leve unido a un trastorno psicótico de tipo paranoide, lo que disminuye sus facultades intelectivas y volitivas, sin anularlas.

Según el escrito de acusación, al que tuvo acceso Europa Press, el fiscal solicita que indemnice al viudo de la víctima mortal en 4.790 euros por sus lesiones, en 15.330 por las secuelas y en 90.000 por el fallecimiento de su mujer. Para los hijos pide que los indemnice en 30.000 euros cada uno y en 18.000 para los de su otra hija, ya fallecida.

Los hechos ocurrieron cuando el procesado, que se hallaba en su domicilio el 4 de agosto de 2005, escuchó en la escalera del inmueble una discusión entre su madre y los vecinos del portal que habitaban en el cuarto piso.

Con el objetivo de "dar un escarmiento" e incluso "causarles la muerte", consta en el relato fiscal, cogió un cuchillo de cocina de 13 centímetros de hoja y salió el acusado de su casa para bajar por las escaleras --vivía en el sexto piso-- al cuarto, donde se estaba produciendo la discusión.

Nada más salir del ascensor el matrimonio, el acusado propinó al hombre, J.R.O., cuatro cuchilladas y al interponerse su mujer, E.M.V., para evitar que continuara la agresión le asestó dos a ella, tras lo que el procesado subió nuevamente a su casa y escondió el cuchillo en el hueco del lavadero.

Las heridas producidas causaron la muerte de la mujer prácticamente en el acto por shock hipovolémico, al romper la sexta y séptima costilla lo que provocó hemotórax en cavidad pulmonar izquierda y lesión del saco pericárdico.

Las del hombre precisaron, por su parte, tratamiento farmacológico y quirúrgico con lavado, exploración y sutura de las heridas con drenaje, así como rehabilitación. Tardó en curar 91 días de los cuales estuvo ingresado tres y 65 impedido para sus ocupaciones habituales.

Además de perjuicio estético le quedó un trastorno depresivo reactivo. De no haber mediado asistencia inmediata, se hubiera producido la muerte del lesionado.