Las labores de rescate continuaron durante la noche, a pesar de la lluvia, tras el terremoto en el centro de Italia

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 7 abril 2009 10:17

ROMA 7 Abr. (Reuters/EP) -

Las labores de rescate para encontrar a los supervivientes del terremoto que sacudió ayer la región de Abruzzo, en el centro de Italia, continuarán a lo largo de la noche a pesar de que la lluvia está dificultando la búsqueda de las víctimas.

Al menos 179 personas han fallecido como consecuencia del seísmo producido en la localidad italiana de L'Aquila, y decenas resultaron heridas, según el último balance ofrecido por fuentes hospitalarias, si bien fuentes oficiales locales mantienen la cifra en 130. Asimismo, el temblor ha dejado a miles de personas sin casa y han tenido que refugiarse en carpas y campamentos.

La lluvia está complicando las labores de los bomberos y de los equipos de rescate que buscan entre los escombros con la esperanza de encontrar personas todavía con vida en L'Aquila y en pequeños poblados cercanos, algunos de los cuales han quedado completamente destrozados.

Fuentes hospitalarias recogidas por la agencia de noticias ANSA News aseguran que más de 150 personas han fallecido, mientras que la edición digital del diario 'Corriere della Sera' informa de que cerca de 250 permanecen desaparecidas, por lo que se teme que siga asciendo la cifra de fallecidos en las próximas horas.

"Ha sido un día largo y muy duro. Ahora que ya estamos en nuestro coche parece que todo se está empezando a derrumbar", dijo una de los vecinas de L' Alquila, Piera Colucci, que se preparaba para dormir en su vehículo.

Los equipos de rescate están empleando focos reflectantes y demoledoras que les ayuden en las horas de oscuridad para adelantar las labores de búsqueda. Tras una larga jornada rescatando cadáveres de las ruinas de los edificios, un bombero explicó cómo encontró a un hombre sano y salvo que había quedado atrapadado por los escombros durante horas.

"Todo lo que podíamos ver era su cabeza ya que su cuerpo entero estaba sepultado. Seguimos cavando muy cuidadosamente hasta que al final conseguimos sacarle", declaró.

DAMNIFICADOS

Asimismo, los trabajadores suministraron alimentos y asistencia a los damnificados que se refugiaron principalmente en espacios abiertos dentro y en los alrededores de la ciudad alejándose lo máximo posible de las debilitadas estructuras.

"De ninguna manera nos arriesgaríamos a volver a nuestra casa, aunque sólo estuviera levemente dañada", dijo Gianni Festa, de 41 años, vecino de la localidad que llevó a su mujer y a su hijo de ocho años a un enorme campo de atletismo para pasar la noche. "Y tampoco me arriesgaría yendo a un hotel", agregó.

Desde primeras horas de la tarde de ayer, muchos damnificados permanecían recostados en bancos del campo deportivo a las afueras del centro de la ciudad, pero entrada la noche la lluvia les obligó a instalar grandes tiendas de campaña.

Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anuló su viaje oficial a Rusia y se desplazó al lugar de los hechos, no sin antes decretar el estado de emergencia nacional y confiar la gestión de la crisis al director de la Protección Civil, Guido Bertolaso.

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