GINEBRA, 29 Oct. (Reuters/EP) -
Más de 100.000 víctimas de las inundaciones que se produjeron en Pakistán el pasado verano probablemente pasarán este invierno en los campamentos donde viven porque en muchas localidades del sur del país sigue habiendo agua estancada, según ha afirmado este viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Las provincias meridionales de Sidh y Baluchistán, que todavía están intentando superar los efectos de las inundaciones que comenzaron a finales del pasado julio, tardarán varios meses en recuperarse, según indicó el portavoz de ACNUR Adrian Edwards.
"Las autoridades locales están pensando cómo pueden sacar de las localidades el agua estancada, pero esto es una tarea enorme y seguramente llevará un tiempo", explicó a los medios de comunicación.
Cuando ACNUR llevó a cabo un estudio hace dos semanas, en Sindh había más de un millón de personas viviendo en unos 3.200 campamentos y lugares de cobijo improvisados, pero desde entonces esta cifra se ha reducido. En los campamentos de Baluchistán hay otras 600.000 personas.
Según los datos oficiales, las inundaciones, que afectaron a gran parte del país y generaron una destrucción sin precedentes, derrumbaron o causaron daños en más de 1,7 millones de viviendas.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que unos siete millones de personas necesitan cobijo, entre ellas muchas que han vuelto a sus casas pese a que éstas carecen de techo o electricidad.
"La gran magnitud del desastre sigue siendo un gran problema para el Gobierno y para las organizaciones de ayuda. Aún nos queda mucho camino hasta poder dar cobijo a todas las víctimas de las inundaciones", reconoció el representante regional de la OIM, Abdel Moneim Mostafá.
Por su parte, la portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Elisabeth Byrs, destacó que de los 1.900 millones que ha pedido la ONU como ayuda para Pakistán, sólo ha recibido el 39 por ciento.
"Nos queda un largo camino por recorrer. Los sectores de la seguridad alimentaria, la salud y la gestión de los campamentos tienen realmente una financiación insuficiente", advirtió.