JARTUM, 3 Mar. (Reuters/EP) -
Más de 300 mujeres y niños han huido este jueves de la región sudanesa de Abyei, en la frontera entre Sur de Sudán y el resto del país, después de tres días de enfrentamientos en los que han muerto decenas de personas, según ha informado una portavoz de Naciones Unidas.
Personal de la ONU oyó disparos esporádicos junto a la ciudad de Abyei, pero luego no halló señales de que se hubiese producido un ataque, ha explicado la portavoz Hua Jiang. "A primera hora de la mañana se marcharon en dirección sur 300 mujeres y niños", ha afirmado.
Una fuente diplomática ha declarado a la agencia Reuters que el miércoles presenció cómo se enterraban los restos mortales de 33 personas cerca de la ciudad de Abyei. "Creemos que eran víctimas de los últimos enfrentamientos", ha indicado la fuente, que ha precisado que algunos de los cadáveres llevaban uniformes de policía y que todos eran de Sur de Sudán.
Los habitantes de Sur de Sudán decidieron en un referéndum celebrado el pasado enero convertir este territorio en un Estado independiente, una decisión que se materializará el próximo julio. El norte y el sur de Sudán aún no se han puesto de acuerdo sobre a qué parte del país pertenece Abyei, una región fértil que posee petróleo pero donde existe una gran tensión.
En Abyei hay nómadas árabes de la tribu misseriya y miembros de la tribu dinka ngok, vinculada al sur. Líderes dinka de la región han afirmado que varios combatientes misseriya, apoyados por milicianos respaldados por el Gobierno sudanés, atacaron el domingo y el lunes pasados una comisaría de Policía en la localidad de Todach y el miércoles fueron a la localidad de Maker.
Pero varios líderes misseriya han acusado al Ejército de Sur de Sudán de haber comenzado los enfrentamientos al atacar un campamento de nómadas. Jartum y los Ejércitos del norte y del sur niegan haber participado en estos incidentes.
Tampoco hay datos claros sobre el número de víctimas mortales, ya que la administración conjunta dinka-misseriya de Abyei ha dicho que el domingo fallecieron diez personas y el miércoles otras seis, mientras que el portavoz del Ejército sursudanés, Philip Aguer, estima que desde principios de esta semana han muerto más de 70 personas.