Actualizado 12/08/2009 18:43

"Nada" indica negación de auxilio en la muerte del inmigrante uruguayo

AP

La Guardia Civil que se hizo cargo del caso sólo denunció un delito contra los trabajadores y el hijo del fallecido tampoco mencionó la falta de asistencia en su declaración


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

El subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Batista, ha explicaque que "no hay nada que indique una supuesta denegación de auxilio" en el caso del inmigrante uruguayo muerto el pasado 25 de julio cuando trabajaba en la reforma de un bar, ya que no se ha denunciado que el fallecimiento se debiera a la falta de asistencia por parte del propietario del local y la Guardia Civil que se hizo cargo del suceso sólo observó la comisión de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores porque el fallecido se encontraba en situación irregular.

El suceso tuvo lugar en la vía pública en el municipio de Adeje (Tenerife), junto a un bar de Playa Paraíso donde el uruguayo trabajaba en labores de albañilería cuando sufrió una parada cardiorrespiratoria. Según denunció ayer el hijo del fallecido, Pablo Larrosa, su padre murió porque el propietario del establecimiento donde hacía la obra, en lugar de prestarle asistencia, lo arrastró hasta la calle y lo abandonó para no verse comprometido por la situación irregular en que se encontraba el trabajador.

José Antonio Batista explicó que según consta en el informe de la Guardia Civil, este ciudadano de nacionalidad uruguaya sufrió un desvanecimiento el pasado 25 de julio. "Una vez se personaron los agentes de la Benemérita en el lugar del incidente, allí ya estaban presentes miembros de la Policía Local, personal sanitario y una serie de personas, entre las que se encontraban el hijo del fallecido, un ciudadano colombiano que actuó en primera instancia y el propietario del local", explicó.

El subdelegado del Gobierno relató que Luis Beltrán Larrosa fue trasladado en estado crítico a un centro hospitalario, donde finalmente falleció, según el médico forense, por una parada cardiorrespiratoria. Siguiendo el protocolo, continuó Batista, se personaron en el hospital agentes del Cuerpo Nacional de Policía que tomaron declaración al hijo del fallecido que "no manifiesta nada, del mismo modo que tampoco manifiesta mucho ante la Guardia Civil por fuera del local".

Batista incidió en que, en principio, "no se desprende nada extraño salvo que el fallecido se encontraba en situación irregular, por lo que hay un presunto delito por parte del propietario del local". Además, explicó que la Guardia Civil llamó el día 27 de julio al hijo del fallecido para tomarle declaración "y manifestó que su padre estaba trabajando en ese local y que fue testigo de cómo durante unos 40 minutos se le intentó reanimar".

Igualmente, el subdelegado contó que el día 29 de julio "se tomó declaración al ciudadano colombiano que fue testigo de los hechos, que manifestó que cuando pasaba por delante del local vio al propietario sujetando en el interior del mismo a una persona, al tiempo que lo llamó para que lo auxiliase porque ésta había sufrido un desvanecimiento". "Este ciudadano dijo que el propietario del local trató de reanimar al fallecido mediante el boca a boca y a través de masajes cardíacos sin conseguirlo, por lo que acto seguido le dijo que sería bueno sacarlo fuera del local para que le diese el aire", agregó.

EL HIJO NO DENUNCIÓ NADA EXTRAÑO EN SU DECLARACIÓN

El subdelegado del Gobierno en la provincia tinerfeña apuntó que la Guardia Civil, después de tomar declaración a los testigos, observaron la comisión de un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, por lo que actuando de oficio imputaron al propietario del local ese delito y remitieron la oportuna diligencia al Juzgado Número 1 de Arona, "pero por ese hecho y no por ningún otro porque no hay ninguna manifestación de nadie ni ningún comportamiento negligente o falta de auxilio", apostilló Batista.

Asimismo, el representante del Gobierno dijo llamarle la atención que el hijo del fallecido informase ayer sobre una presunta denegación de auxilio y no el día 25 o el 27, cuando le fue tomada su declaración ante la Guardia Civil y la Policía Nacional. Además, el subdelegado remarcó que tampoco se denunció esta situación ante la Inspección de Trabajo que "tuvo conocimiento hoy de este hecho por los medios y quien ha anunciado que actuará de oficio para ver que hay en torno a este caso".

Por último, Batista insistió en que de la información de se desprende de la toma de declaraciones "no hay nada que indique una supuesta denegación de auxilio, algo que tendrá que determinar un juez si hay una denuncia". "Mientras no haya una denuncia no se puede investigar nada", reiteró el subdelegado, para añadir que la actuación de la Guardia Civil en estos momentos "está cerrada después de haber tomado declaración al hijo del fallecido, al testigo y al propietario del local".