Actualizado 29/05/2008 16:06

Las ONG piden al Gobierno que aborde las causas estructurales de la crisis alimentaria

La campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente' pide que en la cumbre de la FAO se estudie el efecto del cambio climático y la bioenergía


MADRID, 29 May. (EUROPA PRESS) -

La campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente', que integran varias ONG españolas, hizo este jueves un llamamiento al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO) a que durante la conferencia que se celebrará la próxima semana para discutir sobre la crisis alimentaria mundial se aborden "las causas estructurales" y se estudie el impacto que el cambio climático y los biocombustibles están teniendo en ella.

Zapatero asistirá la próxima semana a la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria mundial: los desafíos del Cambio Climático y la Bioenergía convocada por la FAO en Roma, en la que también estarán presentes otros líderes mundiales como el presidente francés, Nicolas Sarkozy, el brasileño, Luiz Inacio 'Lula' da Silva, o la argentina, Cristina Fernández.

Según Prosalus, Ingeniería Sin Fronteras, Caritas y Veterinarios Sin Fronteras, que integran la campaña, la conferencia de la FAO "si en un principio pretendía valorar los retos que deben afrontar los sectores de la agricultura y la alimentación en el actual contexto de cambio climático y bioenergía, así como identificar los pasos necesarios para proteger la seguridad alimentaria global, regional y nacional, ha tenido que ser replanteada por la actual crisis mediática en torno a los precios de los alimentos".

Estas ONG hablan de "crisis mediática porque la situación actual no es ni fortuita ni ocasional" puesto que "desde hace años, diversas instituciones y colectivos como la campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente' venimos alertando sobre lo que ahora está en el centro del debate: que el incremento de los precios de los productos básicos se debe, fundamentalmente, a los fallos de unas políticas agrícolas focalizadas en el comercio en lugar de en la alimentación humana".

"El comercio se ha convertido en el objetivo principal de la agricultura y los alimentos en productos con los que especular en los mercados", denuncia la campaña, que considera que la conferencia de Roma "se presenta como una oportunidad para que los gobiernos decidan sobre las políticas, estrategias y programas con los que abordar la crisis de manera inmediata y garantizar la seguridad alimentaria teniendo en cuenta los nuevos desafíos que plantean el cambio climático y la bioenergía".

MEDIDAS YA EXISTENTES

Sin embargo, desde la campaña recuerdan que "buena parte de las medidas que se están proponiendo ya están incluidas en acuerdos y compromisos aprobados por la FAO y sus estados miembros como el Plan de Acción de la cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 o las directrices voluntarias para el derecho a la alimentación aprobadas en 2004".

Por ello, y para que esta conferencia no sea "más de la misma medicina", la campaña considera que tanto la FAO como los gobiernos que asistan a la reunión "deberían plantearse, en primer lugar, cómo afecta el cambio climático a la agricultura y la alimentación en cuanto a la productividad de las cosechas, la disponibilidad de agua, las enfermedades transfronterizas o los desastres naturales"

Asimismo, afirman que se debería "estudiar qué hacer para reducir el impacto de los agrocombustibles en la seguridad alimentaria" dado que "la creciente demanda de semillas destinadas a convertirse en carburantes de origen vegetal refuerza las políticas agrarias centradas en la producción agrícola destinada a la exportación y no a garantizar la seguridad alimentaria de los pueblos" y puesto que "no está demostrado que el uso de agrocarburantes reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero; más bien aumentan las voces que afirman lo contrario".

Por otra parte, subrayan que la respuesta que han dado algunos países a la crisis, adoptando "medidas especiales para hacer que los precios de los alimentos bajen en el mercado nacional, a través de la penalización a las exportaciones, la rebaja en los derechos de importación o las intervenciones para proporcionar ayuda a los consumidores pobres", contribuye en parte a distorsionar "el flujo ordenado del mercado internacional, aumentando los precios mundiales y la volatilidad de los precios en los mercados internacionales".

PETICIONES

Por todo ello, la campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente' plantea una serie de peticiones tanto al Gobierno español como a la FAO. Así, les pide que "se planteen qué se va a producir, con qué destino y cómo"; "aborden las causas estructurales del hambre con soluciones igualmente estructurales"; "cumplan los compromisos que han adquirido (...) en lugar de firmar nuevos acuerdos de dudoso cumplimiento"; "apoyen y fortalezcan el trabajo de la Unidad del Derecho a la Alimentación de la FAO".

También les reclaman que "impulsen políticas coherentes que, incidan directa o indirectamente sobre el derecho a la alimentación, lo respeten, protejan y garanticen"; "impulsen una moratoria en el desarrollo de los agrocombustibles hasta que la situación de desequilibrio agrario no se reconduzca"; "impulsen sistemas de certificación en la producción de carburantes de origen vegetal que permitan garantizar que son sostenibles ambiental, económica y socialmente".

Por último, piden que se contemple "el aumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo destinada a la agricultura y desarrollo rural así como de las partidas destinadas a estos fines en los presupuestos nacionales de los países afectados" y "se abra a la sociedad civil la participación en los foros en los que se debate el futuro de millones de ciudadanos".