El PMA y ACNUR inician una operación de emergencia en los países africanos a donde han llegado refugiados de Malí

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 22 mayo 2012 16:24

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han informado este martes de que han iniciado una operación de emergencia para proporcionar comida a las cientos de miles de personas que han salido de Malí huyendo del conflicto y se han dirigido a países vecinos.

"Estamos trabajando codo a codo con ACNUR para ayudar a las familias que se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Malí y que ahora necesitan urgentemente alimentos y cobijo", ha dicho en un comunicado la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin. "Los refugiados de Malí han huido del conflicto de su país y ahora se encuentran en las fronteras con los países vecinos, donde se sufren los graves efectos de la sequía que afecta a la región", ha explicado.

Hasta ahora, el PMA ha distribuido comida entre los refugiados y los desplazados internos en Malí, Mauritania, Burkina Faso y Níger en el marco de su operación de emergencia en la región del Sahel, con la que pretende ayudar a unos 9,6 millones de personas afectadas por la crisis, "una combinación de la inseguridad, la sequía, la escasez en las cosechas y el alto precio de los alimentos", según el comunicado.

Con esta nueva operación, este año quieren ofrecer asistencia a 300.000 desplazados internos y 255.000 refugiados. ACNUR será el socio más importante del PMA en este programa, que está organizado principalmente por el PMA y costará unos 77 millones de dólares (60,3 millones de euros).

AMENAZA PARA LA PAZ

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, ha señalado que "el Sahel representa una combinación mortal de sequía y desplazamientos a causa del conflicto". A los enfrentamientos entre el Ejército y los rebeldes separatistas en el norte de Malí se suma el golpe de Estado que dio un grupo de militares el pasado 22 de marzo.

"No es solo un problema humanitario dramático, sino que se ha convertido en una amenaza para la paz y la seguridad mundiales", ha destacado Guterres, que ha pedido el "crucial" apoyo de los donantes para conseguir que la situación mejore.

ACNUR está trabajando en Níger, Burkina Faso y Mauritania para ayudar a las decenas de miles de refugiados que siguen llegando desde Malí, muchos acompañados por su ganado. En Malí, la organización está colaborando con varias ONG para intentar llegar hasta las comunidades de desplazados.

Ambas organizaciones han advertido de que el flujo de refugiados malienses ha agravado la crisis alimentaria que sufre el Sahel, ya de por sí "grave", y "muchas personas podrían morir de hambre y malnutrición" por la difícil situación que viven algunas comunidades a donde han llegado los refugiados en las que ya había escasez de alimentos. En algunos lugares, la gente "está comiendo plantas silvestres para sobrevivir", han afirmado.

Uno de los principales objetivos de la operación humanitaria en el Sahel es prevenir y tratar la malnutrición aguda entre 3,5 millones de niños y mujeres embarazadas o lactantes.

"El tiempo no juega a nuestro favor", ha manifestado Cousin. "Si no se reciben inmediatamente nuevas contribuciones en forma de comida o dinero, la incapacidad de distribuir alimentos suficientes en el punto álgido de la temporada de escasez, de junio a septiembre, será catastrófica para las personas más vulnerables, las que más sufren la inseguridad alimentaria, especialmente las mujeres y los niños", ha subrayado.

El PMA pretende reforzar las operaciones de emergencia para ayudar a 9,6 millones de personas durante ese periodo, pero considera que posiblemente no podrá llevar a cabo sus planes si no soluciona su problema de déficit de fondos, ya que necesita recibir cerca de 360 millones de dólares (282 millones de euros).

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