LISBOA 14 Jun. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
La Policía Judicial portuguesa no confía demasiado en la pista de la carta anónima que fue enviada a un diario holandés acerca de la supuesta localización del cadáver de Madeleine McCann, la niña inglesa de 41 años que desapareció el pasado 3 de mayo en el Algarve.
En la misiva enviada a 'De Telegraaf' se indica que el cuerpo de Madeleine estaría a 15 kilómetros al este de la Praia da Luz, donde desapareció la pequeña, y desde la última hora del miércoles ha desplazado al lugar varios hombres. Hoy se deberían reiniciar las labores de búsqueda, aunque las informaciones son contradictorias.
El diario holandés recibió el lunes una carta anónima acompañada de dos mapas. En uno de ellos venía identificado el supuesto lugar en el que estaría enterrado el cadáver de Madeleine. En la zona de Odiáxere, en el interior del municipio de Lagos, a unos 15 kilómetros de la Praia da Luz.
El periódico contactó de inmediato con la Policía holandesa, que envió una copia por fax a la Policía Judicial portuguesa, al tiempo que el documento original está siendo analizado en el laboratorio, según el portavoz de la Policía de Amsterdam, Gerard Crooland, quien indicó además que consideran la pista "muy creíble", ya que el mismo diario recibió hace año y medio una carta idéntica que resultó ser verdadera y decisiva para encontrar los cuerpos de dos niñas belgas desaparecidas.
La carta indica que el cuerpo de la pequeña Madeleine se encuentra, supuestamente, en una zona rural entre Odiáxere y Arao, al este del embalse de Bravura y al norte de la ciudad de Lagos. "Al norte del camino, debajo de piedras y arbustos", explica la misiva, que según fuentes próximas a la investigación, citadas por la emisora de radio TSF, "es detallada y con mapas marcados con cruces, demostrando alguna consistencia". Sin embargo, matiza la misma fuente, "es una pista y no una certeza".
Por su parte, el portavoz de la Policía Judicial portuguesa, Olegario de Sousa, desvalorizó la nueva pista señalando que "la información enviada por nuestra congénere holandesa está siendo evaluada, veremos si lleva a algún lado". "La carta indica una supuesta localización del cuerpo, pero muchas otras cartas y llamadas telefónicas han hecho lo mismo, y al final resultaron ser pistas falsas", indicó, al tiempo que recordó que "la carta es anónima, lo que le resta credibilidad".
OPERACIONES DE BÚSQUEDA.
A última hora de la tarde de ayer, siete inspectores de Policía realizaron una evaluación fotográfica en las localidades de Pereiro y Arao, en el límite del municipio de Lagos con el de Portimao. Hoy deberían reiniciarse las tareas de búsqueda, sin embargo, hasta el momento se desconoce del número de efectivos que se desplazarán hasta la zona y si éstos estarán acompañados por perros para rastrear los alrededores, porque aunque todo parece indicar que sí, las informaciones son contradictorias. Hasta el momento, la Guardia Nacional Republicana (GNR) confirmó que nadie ha solicitó su ayuda.
A pesar de que no hay informaciones claras sobre cual será el plan de actuación de la Policía Judicial, su portavoz pidió a los periodistas que no se aproximen a la zona. "Se corre el peligro de que la contaminen, destruyendo pruebas y pistas", un riesgo, que todavía es mayor "en el caso de los helicópteros, cuyas aspas podrían mezclar olores y dificultar el trabajo de los perros rastreadores", aconsejó De Sousa. Ayer, tras conocerse la información la zona se llenó de periodistas y cámaras de televisión.
Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, que han recorrido ciudades como Amsterdam, Berlín, Madrid, el Vaticano o Marruecos para que su hija no caiga en el olvido, guardaron silencio ante esta nueva pista, que dar por fallecida a su hija. Sin embargo, una fuente próxima a la familia aseguró que no han dado demasiado valor a estas informaciones y siguen confiados en que su hija está viva.
Desde que Madeleine desapareció el pasado 3 de mayo, la Policía Judicial todavía no tiene una pista concluyente sobre el paradero de la pequeña, a pesar de que hay más de cuatro millones de euros de recompensa para quien proporcione una pista fiable para encontrarla.
Las autoridades portuguesas solamente tienen a un sospechoso oficial, el ciudadano británico Robert Murat, que reside en el Algarve a escasos metros de la habitación de la que desapareció Madeleine. Sin embargo, las autoridades no han facilitado ninguna información sobre por qué es sospecho y bajo qué argumentos.