TOKIO 18 May. (Reuters/EP) -
El primer ministro japonés, Naoto Kan, ha declarado este miércoles que su país necesita evaluar la regulación de la energía nuclear y explorar nuevas fuentes energéticas, si bien ha eludido pronunciarse sobre la importancia que jugarán las nucleares en el futuro del país.
"Necesitamos considerar plenamente lo que se debe hacer para mejorar la seguridad de la energía nuclear", ha indicado Kan en una conferencia de prensa.
Kan, que ha recibido fuertes críticas por su gestión de la crisis, ha declarado que permitirá que las plantas nucleares que actualmente están cerradas puedan volver a abrir después de que adopten todas las medidas de seguridad.
Las autoridades japonesas están intentando acabar con la peor crisis nuclear mundial de los últimos 25 años, tras la de Chernóbil (Ucrania), que se desató en la central nuclear de Fukushima-1 tras el terremoto de 9 grados en la escala Richter que paró la planta y el posterior tsunami que destruyó los sistemas de refrigeración.
"Necesitamos revisar de forma fundamental la manera en la que se ha estado administrando la política nuclear", ha asegurado el primer ministro nipón, que, además, ha matizado que la Agencia de Seguridad Nuclear está supeditada a la jurisdicción del Ministerio de Comercio, que tradicionalmente ha promovido la energía nuclear con el fin de reducir la dependencia de Japón en combustibles fósiles.
Asimismo, Kan se comprometió el lunes a hacer borrón y cuenta nueva en la actual política energética japonesa que, hasta ahora, perseguía impulsar la energía nuclear para que esta representara más de la mitad del suministro eléctrico en Japón hacia 2020. Hoy, las nucleares suponen un 30 por ciento de la producción eléctrica.
En este contexto, Kan tendrá que hacer frente a un Parlamento dividido, en el que la oposición, que controla la Cámara Alta, puede bloquear cualquier propuesta de ley.
Kan ha reiterado que Japón debería promover las fuentes de energía renovable como la eólica, la solar o la biomasa. Respecto a la parada de algunos reactores nucleares como los de la planta de Hamaoka, la declarada central más peligrosa del mundo por su emplazamiento en una zona de alto riesgo sísmico, ha asegurado que podrán reiniciar su actividad una vez que cumplan las normas de seguridad de emergencia impuestas tras el accidente de Fukushima-1.
"Aquellos reactores nucleares que sean considerados seguros serán puestos en marcha", pero, ha continuado, "necesitamos averiguar qué se necesita hacer para aumentar la seguridad de la energía nuclear".
Este miércoles, trabajadores de la central han entrado en el edificio del reactor dos por primera vez desde el 11 de marzo, si bien sólo han podido permanecer diez minutos por las temperaturas tan extremadamente altas.
TEPCO aseveró ayer martes que se ha propuesto alcanzar su objetivo de controlar los reactores dañados de la central de Fukushima-1 en enero. No obstante, admitió que se enfrenta a retos aún mayores que los que en principio se habían imaginado como, por ejemplo, una gran fuga situada en el reactor uno al fundirse las barras de combustible.
LA REGULACIÓN ENERGÉTICA, A DEBATE
El desastre ha desatado las críticas sobre los vínculos existentes entre las empresas públicas y los reguladores del Gobierno, así como la falta de competencia de la industria nuclear, sobre la que Kan ha vaticinado un debate para el futuro que aborde su desregulación. El primer ministro ha matizado que, antes de todo, deben entenderse las causas de la crisis actual.
"Necesitamos considerar cómo la política energética nuclear está regulada y cómo se suministra la electricidad. Tuvimos debates similares en las industrias de telecomunicaciones y los monopolios regionales en dicha área han desaparecido. Alcanzaremos un momento en el que deberemos abordar estos asuntos, pero en el marco de la industria energética", ha añadido, señalando que "el debate se centrará en la separación entre generación y distribución de energía".
Al respecto, el ministro de Comercio, Kaieda Banri, ha manifestado en otra rueda de prensa que "estos asuntos ya llevan hablándose desde hace tiempo". "Lo que necesita TEPCO es asegurar la compensación que pagará a los afectados por el accidente y hacerse responsable del suministro eléctrico a la capital y a las ocho prefecturas", ha subrayado.
Japón anunció la semana pasada un plan de ayuda a TEPCO para indemnizar a las víctimas de la crisis sin que quiebre, una iniciativa que ha sido objeto de las críticas de la oposición.