VIGO, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un total de 163 mujeres víctimas de violencia de género han participado este año en los cursos promovidos por la Secretaría General de Igualdad en colaboración con el Sindicato Unificado de Policía sobre habilidades y herramientas para gestionar situaciones de riesgo. El total de beneficiarias, participantes en 11 cursos en diversas localidades gallegas, supone el doble respecto a 2010, cuando se hicieron 6 cursos en los que participaron 80 féminas.
Según ha explicado la secretaria general de Igualdad, Susana López Abella, uno de los objetivos de esta iniciativa --en la que han participado 63 mujeres en Pontevedra, 42 en A Coruña, 33 en Lugo y 25 en Orense-- es que las mujeres aprendan "destrezas y habilidades" que les permitan hacer frente a situaciones de riesgo físico, como pueden ser "el dominio de la voz o movimientos esquivos" y evitar una agresión.
Los cursos --actualmente hay uno en Vigo en el que 15 mujeres que tienen órdenes de protección participan desde el pasado lunes y hasta el próximo día 19-- son impartidos por agentes de Policía especialistas en violencia de género y quienes trabajan en la custodia de mujeres con este tipo de medidas de protección. Según ha indicado, los resultados obtenidos son "altamente positivos", pues las mujeres ven aumentada su capacidad para afrontar diferentes situaciones, mejorando también su autoestima.
El coordinador del curso y agente de Policía, Alejandro Gómez, ha explicado que la iniciativa tiene el objetivo de "mejorar la calidad de vida" de estas mujeres así como ayudarles a "superar el trauma y continuar su vida con seguridad y confianza en sí mismas".
CICLO DE LA VIOLENCIA
A las mujeres se les explica el origen del maltrato --que parte de una situación de "desigualdad" entre hombre y mujer-- y cómo se desarrolla el ciclo de la violencia en sus diferentes fases. En ese sentido, ha explicado que hay una primera fase de "control y tensión" por parte de la pareja hasta que un día "estalla la explosión de violencia".
A ella le sigue la fase de "luna de miel o arrepentimiento", cuando el agresor se viene abajo, y que, a juicio del experto, "es la más terrible porque engancha a la mujer, que perdona y reinicia la convivencia" con el maltratador. La última, según explica, es la fase de "negación", donde el hombre "intenta sacar hierro al asunto e incluso darle la vuelta", culpando a la mujer.
Gómez ha indicado que es "fundamental" que la mujer sepa identificar todas estas fases como violencia y no justifique ninguno de estos comportamientos, ya que "cada una de las partes de ciclo es igual de mala".
En los cursos también se enseñan medidas de seguridad que las mujeres deben seguir en su vida diaria, social y familiar, a gestionar el estrés que genera el haber sufrido maltrato así como técnicas de protección y defensa que están pensadas para "ganar tiempo para poder pedir ayuda" y no tanto como una defensa personal.
A este respecto, el experto ha explicado que ésta es la última medida que se debe usar cuando han fallado todas las demás, pues lo importante es la prevención y evitar que se acabe dando un riesgo de agresión inminente.
Otra de las cuestiones que se aprende en los cursos es el uso de la voz o los gestos. Así, se enseña a las mujeres a decir "no", a conseguir una "contención verbal" de la agresión y a saber manejar el lenguaje corporal que les permita escapar de esa situación. Según ha insistido, cuando todas estas medidas fallan y el riesgo de agresión es inminente, es cuando llega el momento de las técnicas de protección y defensa.
Los cursos, cuyo contenido ha sido diseñado tras haber estudiado numerosas denuncias y detectar que se repiten patrones, incluyen el análisis de unas "cinco o seis" situaciones, siendo una de ellas el escenario de un domicilio particular donde también hay un menor presente. En estos casos, se enseña a la mujer "cómo moverse, cómo evitar la agresión y proteger al menor".
También se estudia el caso de posible sustracción del menor a las puertas del colegio, enseñando a la mujer cómo reaccionar y cómo caminar para evitarlo.
DISTINTAS 'CARAS' DE LA VIOLENCIA
En cuanto a las distintas 'caras' con las que se muestra la violencia, las cuales también se enseña a identificar en el curso, el experto ha explicado que las agresiones se tienen a identificar con la "paliza" pero que hay muchos otros comportamientos violentos como pueden ser las amenazas de muerte o cuando el hombre "destroza" la casa, una forma de provocar "terror" en la mujer lanzando el mensaje de "rompo esto y a continuación te rompo a ti".
También, según ha explicado, existe la "violencia gestual" y la que se ejerce con la mirada, las cuales también buscan "aterrorizar a la víctima" y su bloqueo, y que son más difíciles de detectar. "Las mujeres tienen que identificar que se trata de un comportamiento que se sale de lo normal y que es violento", ha señalado Gómez, añadiendo que "deben identificarlo para poder prevenir".
En cuanto a los comportamientos violentos, la secretaria general de Igualdad ha recordado que la Xunta cuenta con un programa destinado a los hombres que tengan problemas de "control" de su violencia --y que no tengan órdenes de protección de ningún tipo-- los cuales pueden acudir de forma voluntaria, habiendo participado este año un total de 276.