Actualizado 19/04/2007 16:03

Turquía.- El misionero Carlos Madrigal culpa a los políticos y a la prensa turca del atentado de Malatya

Un miembro del Gobierno asegura que las actividades misioneras son "más peligrosas" que los atentados terroristas


ESTAMBUL (TURQUIA), 19 Abr. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -

El misionero español Carlos Madrigal viajó hoy a Malatya, la localidad del este de Turquía donde ayer fueron asesinados tres trabajadores de una editorial cristiana, para exigir a los políticos y a los medios de comunicación turcos que pongan fin a su "discurso anticristiano", en la medida en que representa un "caldo de cultivo" para los fanáticos.

"Me encuentro en Malatya, con todos los pastores evangélicos de Turquía, para dar apoyo a los familiares de los fallecidos y denunciar este crimen, solicitando sobre todo la reacción de los políticos y de la prensa para que pongan fin al discurso anticristiano que hay, que muestra siempre a los cristianos y a toda actividad misionera como terrorismo", señaló en declaraciones a Europa Press.

El pastor evangélico catalán subrayó que "todas las autoridades" turcas han tenido una "reacción positiva" ante el crimen de ayer, al igual que ocurrió después del asesinato a tiros --el pasado 19 de enero en Estambul-- del periodista turco de origen armenio Hrant Dink.

"El hecho está caliente (...) Esperemos que esta reacción positiva continúe", valoró Madrigal. Sin embargo, predijo que lo habitual es que "después renazca el discurso de que ellos (los asesinados) se lo han buscado". "Siempre se le echa la culpa a los misioneros (...) y esto alimenta a los fanáticos", agregó.

MISIONEROS Y TERRORISMO.

Por ello, el misionero culpó indirectamente del atentado a los partidos políticos turcos, que se sirven de "discursos anticristianos" para "mostrar a un culpable de todos los problemas" y "desprestigiarse entre sí". "Son un caldo de cultivo para los fanáticos", afirmó, si bien reconoció que "la gran mayoría de la población (turca) está horrorizada". "Todo el mundo lo denuncia", anotó.

El director general de Leyes del Ministerio turco de Justicia, Niyazi Guney, aseguró ayer que las "actividades misioneras son más peligrosas que el terrorismo". Su comentario se produjo después del crimen de Malatya, durante un debate informal celebrado en la comisión parlamentaria de Justicia, informó el diario 'Milliyet'.

Guney, que participó en la comisión como representante del Gobierno, opinó que las actividades misioneras en Turquía "crecen fuera de control". En este sentido, ligó el asesinato en 2002 de Necip Hablemitoglu, académico y especialista en grupos islámicos, a las "actividades misioneras". Finalmente, dijo que el Ejército turco estaba al tanto de ello y que en Ankara había un total de 22 iglesias ilegales.

Con todo, Madrigal se mostró conciliador y deseoso de que "los cristianos puedan continuar practicando su fe, de una forma libre y todos conviviendo como hermanos, que es lo que somos". Asimismo, adelantó que en las próximas horas dará una conferencia de prensa en un hotel de Malatya y que se procederá al entierro de los tres asesinados ayer.

En cuanto al ciudadano alemán, el traductor de 46 años Tilman Ekkehart Geske, el embajador de este país, Eckart Cuntz, se está ocupando de todas las gestiones para darle cristiana sepultura en Turquía, tal y como es el deseo de su familia. Respecto a los otros dos fallecidos, de nacionalidad turca, uno de ellos es cristiano y será enterrado mañana en Esmirna (oeste de Turquía), explicó Madrigal. "Todos ellos tendrán una ceremonia de conmemoración el próximo día 29 en Esmirna", apostilló.

Carlos Madrigal sirve como misionero en Turquía desde 1985. Fundó dos iglesias evangélicas en Estambul y en 1987 fue detenido por la Policía. Sufrió malos tratos y la cancelación del su permiso de residencia. Es además fundador y director espiritual de la Fundación de la Iglesia Protestante (Evangélica) de Estambul (FIPE) y pastor de dos comunidades en Turquía. Ha escrito varios libros, entre ellos 'Explicando la Trinidad al Islam', originalmente publicado en turco.