NUEVA YORK, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
La violencia en la región sudanesa de Darfur, en el oeste, ha obligado a cerca de un cuarto de millón de personas a huir de sus casas a lo largo de este año, incrementando con ello las necesidades de la población en un clima de creciente falta de inseguridad para las labores humanitarias, según informó hoy Naciones Unidas a través de un informe citado por la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN.
"Cerca de 240.000 personas se han desplazado, por primera vez o de forma reincidente, a lo largo de 2007", indica un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), elaborado en colaboración con varias agencias de Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales. Miles de personas huyen de sus casas cada semana, según el informe, titulado 'Visión General Humanitaria de Darfur'.
El próximo mes de octubre, el Gobierno sudanés y los rebeldes de Darfur comenzarán una nueva ronda de negociaciones de paz para poner fin a cuatro años de conflicto, que se estima que ya ha causado cerca de 200.000 muertos y dos millones de desplazados.
La inseguridad está complicando los esfuerzos para responder al reto humanitario que suponen los desplazados internos y para hacer llegar las ayudas a millones de personas dependientes de ellas, según el Comité Internacional para la Cruz Roja, citado en el informe.
"A lo largo de agosto, la situación humanitaria se ha deteriorado en Darfur" y continuaron los ataques contra el personal humanitario que opera en la región, se lee en el informe. "Siete vehículos humanitarios fueron capturados o robados y cuatro convoyes humanitarios fueron atacados", indica el informe de la ONU. "Cinco trabajadores humanitarios fueron secuestrados y tres fueron agredidos físicamente", añade.
"En muchas áreas de Darfur siguen reinando un clima hostil contra las labores de ayuda", denuncia la ONU. Como consecuencia de ello, el personal de Naciones Unidas se ha visto obligado a mudarse de sitio hasta en 24 ocasiones a lo largo de 2007.