MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dedicó hoy la aprobación de la Ley de Igualdad a la "dignidad" de las mujeres que a lo largo de la historia han luchado contra la discriminación de su sexo y, en especial, a la memoria de Clara Campoamor, diputada en las Cortes de la II República, que defendió el derecho a voto de las mujeres en 1931.
Zapatero intervino en el pleno del Congreso para dar su apoyo a la Ley de Igualdad, que será ratificada esta mañana con el respaldo de todos los grupos parlamentarios salvo el Partido Popular, que se abstendrá por su rechazo a las medidas para impulsar la paridad electoral y en las empresas.
Según el jefe del Ejecutivo, esta norma "hace de España un país mejor, porque desde hoy los hombres y mujeres" serán "por ley absolutamente iguales".
Zapatero pronunció un discurso prolijo en referencias emotivas hacia las mujeres y a su papel en "la construcción de la sociedad". "Hoy es el primer día de una sociedad distinta; el germen de justicia, que aguardaba el momento para instalarse definitivamente entre nosotros, brota en el parlamento español después de 75 años desde que se oyera por primera vez la voz de una mujer pidiendo la palabra", valoró.
VIEJAS COSTUMBRES NACIDAS DEL MIEDO Y LA IGNORANCIA.
El presidente se mostró convencido en la importancia histórica de esta sesión parlamentaria y recordó que Campoamor, diputada por el Partido Radical, "inauguró para España, en 1931, la posibilidad legal de abandonar temores y viejas costumbres nacidas del miedo y la ignorancia y de una triste manera de entender la libertad como un privilegio".
Posteriormente, acompañado por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, compartió una charla informal con los periodistas, en la que destacó el papel de Campoamor, dado el contexto histórico y social de España en 1931. El presidente recordó que Campoamor defendió el voto para las mujeres (entonces solo tenían derecho al sufragio pasivo) con la incomprensión de los partidos políticos, incluido el PSOE que, tal y como recordó con una media sonrisa, votó en contra de esta iniciativa.
En cualquier caso, desde la tribuna de oradores, Zapatero subrayó que para su Gobierno hoy "es uno de los días más importantes de la legislatura y uno de los más felices". A su modo de ver, la Ley aprobada por las Cortes españolas es "una de las normas más comprometidas con la igualdad de las que se conocen en el mundo" y está "llamada a transformar, para bien, radicalmente y para siempre la sociedad española".
VIOLENCIA DE GÉNERO.
"El parlamento hace honor de la mejor manera posible y, como pocas veces en 30 años de la democracia, el mandato constitucional para promover la libertad y la igualdad por parte de los poderes públicos y remover los obstáculos que impiden su plenitud", añadió.
Zapatero agradeció el trabajo realizado por los parlamentarios y los agentes sociales y advirtió de que, a pesar de la aprobación de la Ley, "aún queda un buen trecho para alcanzar la igualdad efectiva", entre otras cosas por problemas como la violencia de género. "No cejaremos en nuestra determinación de luchar con todos los medios necesarios contra la lacra del machismo criminal", concluyó.
