MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió este miércoles la "exigencia universal de respeto a los Derechos Humanos" aunque admitió que esta posición puede crear "tensión" con el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, que también está reconocido por la ONU.
Zapatero se expresó así durante la inauguración de un coloquio internacional por la abolición de la pena de muerte y en plena polémica por la situación de la activista saharaui Aminetu Haidar, que está reclamando su regreso al Sáhara Occidental con una huelga de hambre que empezó el 16 de noviembre.
El jefe del Ejecutivo no dirigió sus palabras a ningún país ni persona en concreto, pero sí quiso dejar claro que con su Gobierno los Derechos Humanos se han convertido en uno de los "ejes vertebradores" de la política exterior española. Aprovechó además su manera de enfocar la defensa de los Derechos Humanos, precisamente en un momento de fuertes críticas de la oposición por cómo ha gestionado su Gobierno el caso de Haidar.
DEFENDER LOS DDHH REQUIERE DISCRECIÓN
Así, recalcó que tener la defensa de los Derechos Humanos como prioridad "no es causa fácil: requiere de firmeza, coherencia e ideas claras". "Y de una eficaz acción diplomática, construida sobre el diálogo y, en ocasiones, sobre la discreción", argumentó.
Subrayó, además, que los Derechos Humanos "no son patrimonio de nadie", de Occidente ni de Oriente, y que por ello "son valores universales que todos los Estados tienen la obligación de proteger en su propio territorio" y también de denunciar su violación "cuando no sean respetados de conformidad con el Derecho Internacional".
No obstante, acto seguido admitió que ningún país y "ningún líder que asuma esta causa" puede "ignorar la tensión que se produce entre el principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, internacionalmente reconocido como fundamental en la propia Carta de Naciones Unidas y la exigencia universal de respeto a los Derechos Humanos".
El jefe del Ejecutivo evitó referirse al asunto concreto de Haidar en su discurso, aunque fuentes gubernamentales aseguran que se están llevando a cabo múltiples iniciativas para intentar que la activista pueda regresar a El Aaiún, como reclama, con la colaboración, además, no sólo de la ONU, sino también de Estados Unidos y Francia, a través de comunicados o declaraciones públicas de miembros del Gobierno.