Actualizado 15/04/2010 16:55

CajaSur ofrece redescubrir al pintor cordobés Rafael Serrano en una muestra antológica


CÓRDOBA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Obra Social y Cultural ha inaugurado hoy una exposición antológica, con obras de su propia colección, dedicada al pintor cordobés Rafael Serrano Muñoz, brindando así una oportunidad a los cordobeses de redescubrir la obra de "uno de los más señeros retratistas de la ciudad de todos los tiempos".

Así lo dijo hoy el director de la Fundación CajaSur, José Rafael Rich, en el acto de inauguración de la muestra, que, queda enmarcada temáticamente en las dos salas de exposiciones de la Obra Social y Cultural de CajaSur, mostrando una visión global de las motivaciones del artista.

De este modo, en la Sala Gran Capitán se pueden contemplar algunas de sus obras más significativas, las que remiten a sus personajes populares, tocados por esa verdad que sabía infundir en rostros y gestos, las composiciones pictóricas de gran interés sociológico y hasta esotérico y los magníficos bodegones.

En la Sala Reyes Católicos, en cambio, se ofrece la oportunidad de redescubrir dos de sus espléndidos autorretratos, los sugerentes dibujos y sanguinas, sus logrados bocetos, la intuición del paisaje, algunas muestras de la época modernista, los destellos de inspiración religiosa o las impactantes figuras que engranan motivos tan distantes como la violencia o el candor.

Serrano Muñoz se formó en Madrid, en la Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando, antes de marchar a París (1955), donde se dio a conocer a través de diversas exposiciones, con gran éxito y reconocimiento del público y de la crítica especializada, para establecerse finalmente entre Madrid y Benidorm.

En su obra pueden distinguirse claramente tres etapas: 'Córdoba', caracterizada por su dominio del dibujo y el retrato; la segunda, 'París', en la que el autor busca una mayor profundidad en el alma de los retratados, entreverando la abstracción y la inspiración religiosa, mientras que en su tercera y última etapa regresa a sus planteamientos originales, busca la fidelidad de los modelos y muestra una clara predilección por los personajes populares enmarcados en elementos decorativos, entre los que destacan los espléndidos bodegones.