Actualizado 22/06/2010 17:23

Un total de 60 estudiantes conviven con mayores de 85 años en la C.de Madrid amparados por el programa 'Vive y Convive'

Los mayores que participan son mayoritariamente mujeres de 82 años y mujeres estudiantes de 24 años


MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un total de 60 parejas, formadas por una persona mayor de 65 años y un estudiante universitario, han participado en la Comunidad de Madrid durante el curso 2009-2010 en el programa 'Vive y Convive' de la obra social de Caixa Catalunya, que promueve la Convivencia solidaria y no lucrativa entre jóvenes y ancianos, según anunció hoy el director territorial de la caja en Madrid, Miguel Plaza.

El programa, consistente en "proporcionar alojamiento alternativo para jóvenes estudiantes en el domicilio de gente de la tercera edad que presente problemas de soledad y tengan necesidad de compañía", tiene como motivación básica el intercambio y enriquecimiento de los participantes, pertenecientes a dos generaciones que, "en los últimos años y a causa sobre todo de los cambios en las estructuras familiares, no conviven cotidianamente".

"De esta manera se quiere combatir la falsa idea de que la vejez es una etapa inactiva e improductiva de la vida y, a la vez, sensibilizar a los jóvenes respecto a la realidad de los mayores y del crecimiento personal de la conciencia solidaria en una sociedad marcadamente individualista", según Plaza. Además, en el programa participan también estudiantes extranjeros provenientes de 27 países como Colombia, Perú, Chile, México o Italia, en cuyo caso "el resultado es una Convivencia doblemente enriquecedora".

El director general de Mayores del Ayuntamiento de Madrid, Florencio Martín, indicó que, según una encuesta realizada por el municipio, la mayoría de las personas mayores que acuden a los centros sociales dice conocer algún programa de integración para personas mayores, y más del 25 por ciento conoce específicamente el que lleva a cabo Caixa Catalunya, valorando estas iniciativas con un 8,73, pero que sin embargo casi nadie quiere participar.

Martín, señaló que, "pese a no ser un programa de grandes números en cuanto a participación, que lo es hoy día y lo será por su esencia, es un programa de grandes satisfacciones". Asimismo, tildó el proyecto de "importante recurso social".

El programa, surgido en 1996 en Barcelona como programa piloto en el barrio del Ensanche, ha ido registrando un aumento de las convivencias año a año, hasta llegar a las 359 que se registran en la actualidad, en un total de 31 ciudades españolas participantes en el mismo. Por comunidades, el proyecto está más implantado en Cataluña, que registra 255 convivencias, seguida de la Comunidad de Madrid, con 60; la Comunidad Valenciana, con 24; Aragón, con 17, y Baleares, con 3.

APOYO DE LAS UNIVERSIDADES

Para poder hacer posible el programa, la Obra Social de Caixa Catalunya cuenta con la colaboración de las universidades y centros universitarios de cada ciudad donde se lleva a cabo el programa, hasta un total de 32 en el territorio nacional y 7 en la Comunidad de Madrid, así como de los ayuntamientos de cada localidad.

En la Comunidad de Madrid el programa se inició en el año 2000, con un acuerdo entre la caja y el Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la universidad de la localidad. A partir de 2004, tras la firma del acuerdo propio con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), "se produjo una cascada de firmas de otras universidades madrileñas", tal y como indicó la vicerrectora de Relaciones Institucionales y Cooperación de la UAM, Margarita Alfaro.

Alfaro recalcó que "hay una forma de vivir que es la convivencia, que facilita las conversaciones, que son una manera de conversión de nuestra forma de ser", y celebró "la mayor integración social, cultural e intergeneracional" que promueve el proyecto, que cuenta en la UAM con 21 de las parejas participantes.

Por su parte, el adjunto al vicerrector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Manuel Fernández Cañada, destacó que "desde la UPM se quería solucionar el problema del alojamiento de estudiantes que vienen de fuera de la Comunidad, lo que supone cerca del 40 por ciento de la masa de alumnado, y a través de este proyecto se ha conseguido algo que la Politécnica, como institución, no hubiera podido lograr por sí sola".

FUNCIONAMIENTO DEL PROGRAMA

'Vive y Convive' se dirige a personas de 60 o más años que viven solas y a jóvenes estudiantes universitarios menores de 30 años, que no trabajen, ni tengan su residencia en la misma ciudad donde estudian, y, en casos de estudiantes de posgrado, la edad se amplía hasta los 35 años.

"La gente de la tercera edad tiene que mantener un estado psicofísico que les permita valerse por sí mismas y tienen que disponer de una vivienda en unas condiciones adecuadas de habitabilidad e higiene, mientras que en los estudiantes básicamente se valora la motivación, los hábitos y el estilo de vida, la disponibilidad y las contraprestaciones que estén dispuestos a asumir con los ancianos", indicó Plaza.

El perfil de los mayores que participan en el programa es el de una mujer de 82 años de edad y que vive en un piso de su propiedad, mientras que el perfil de los estudiantes corresponde también al de una mujer, en este caso de unos 24 años, que se desplaza de su localidad de residencia hacia otra para cursar estudios superiores.

Después de la selección de los participantes, un asistente social y un psicólogo realizan la presentación entre el joven estudiante y el mayor con quien compartirá la vivienda. Después del mes de prueba inicial, un equipo de profesionales estudia la Convivencia y se asegura de que ambas partes cumplen con sus responsabilidades.

ENCUESTA DE SATISFACCIÓN DEL CURSO 2008-2009

Según la encuesta de satisfacción hecha a los participantes del programa del curso 2008-2009, "el programa 'Vive y Convive' mejora la calidad de vida de los mayores". Así, el 75 por ciento de los ancianos considera que han mejorado su calidad de vida, y de éstas, el 94 por ciento considera que esto ha sido gracias al programa.

Asimismo, el 37 por ciento de los acogedores cree que desde que participan en el programa su salud ha mejorado, a raíz de la mejora en su calidad de vida y su estado de ánimo. Además, el 75 por ciento de los estudiantes opina que ha obtenido un mejor rendimiento académico, y, de éstos, el 75 por ciento afirma que ha sido gracias al programa.

De esta buena valoración se desprende que el 91 por ciento de las personas acogedoras continuará el próximo año, y de éstas, el 53 por ciento lo hará con el mismo estudiante. En sentido inverso, el 68,5 por ciento de los estudiantes continuará el próximo curso en el programa, y de éstos, el 86 por ciento lo hará con el mismo anciano.

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