VALLADOLID 17 May. (EUROPA PRESS) -
El 55 por ciento de los cuidadores informales sufre aislamiento social y entre un 38 y un 70 por ciento afirma no tener tiempo para otras actividades, lo que a su vez conlleva un riesgo elevado de sufrir una patología psiquiátrica.
Estos datos se recogen en la guía Atención a las personas Mayores de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), colectivo organizador del IX Encuentro del Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria (PACAP) que se celebrará este fin de semana en Valladolid y donde se discutirá de todos los aspectos relacionados con la atención sanitaria a la dependencia y la nueva ley, a punto de ponerse en marcha.
En este encuentro participarán más de 300 profesionales de Atención Primaria, según informaron a Europa Press fuentes de la Sociedad organizadora.
Este colectivo señaló que el médico de familia, que dedica gran parte de su tiempo al paciente mayor, es el profesional en mejores condiciones para retrasar y reducir el riesgo de dependencia.
Así, la mayoría de las veces (68-80 por ciento), el afectado es atendido fundamentalmente por una sola persona, su cuidador principal. En España, el perfil del cuidador responde al de una mujer, de 50-60 años, que es hija política del enfermo, que no trabaja fuera de casa, que presenta un bajo nivel de instrucción y que lleva cuidando al paciente entre cuatro y ocho años.
Para el médico de familia, el cuidador es clave por su doble vertiente de informador de los cambios que experimenta el paciente y por ser también el que asume, por lo general sin ayuda, los cuidados básicos del enfermo y el que planifica sus actividades. Todo ello genera una importante sobrecarga física y psicológica que llega a alterar la calidad de vida y la salud del cuidador.
La incidencia de problemas psíquicos entre las cuidadoras es un 40 por ciento superior a la media. Entre un 50 y un 60 por ciento de las cuidadoras muestra algún trastorno psíquico, sobre todo ansiedad.
"Sin embargo", según explicó en el comunicado el doctor Aguilera, "muchas de ellas ni siquiera quieren tomar un simple analgésico. Para ellas tener que medicarse es sentir que han fracasado, que se rinden. Creen que no pueden estar malos porque si no quién cuidará al enfermo. Si toman algún medicamento temen perder la concentración, quedarse dormidos y, en definitiva, no poder cumplir con su responsabilidad".
Es preciso que el cuidador conozca la enfermedad y sepa lo que tiene que hacer en cada caso. Para el doctor Aguilera, estas personas deberían recibir formación y apoyo para reducir el grado de presión y de desgaste físico al que están sometidos. "Sabemos de primera mano su situación y podemos prever la evolución que tendrá la enfermedad y planificar cuidados activos para ambos como son la rehabilitación y actividades para aliviar el agobio y la presión".
Respecto a la nueva Ley de Dependencia, el presidente de semFYC considera que aunque es algo positivo por su significado social, su desarrollo se ha llevado a cabo de forma precipitada y con falta de planificación.
"La escasa información que existe sobre la ley afecta tanto a los profesionales como a los ciudadanos", indicó el doctor, quien añadió que incluso muchos médicos lo perciben como un aumento de la carga burocrática.
"Los médicos de familia somos los responsables máximos de la valoración del grado de dependencia e intervenimos sobre ella a través de la prevención, la detección de necesidades y la resolución de los problemas de los cuidadores. Es preciso que nos coordinemos con el trabajador social del centro de salud y se nos descargue de otras tareas burocráticas", añadió.
Uno de los talleres de este encuentro está dirigido al cuidado del cuidador. El objetivo del mismo es proporcionar a los profesionales elementos para poder ayudar a los cuidadores familiares a aliviar los síntomas de cansancio físico y psicológico. Aprender a poner límites, saber pedir ayuda, aceptar situaciones difíciles relacionadas con la dependencia como el envejecimiento y la muerte, adquirir cuidados básicos de las personas que cuidan y cómo deben cuidarse (alimentación ejercicio, ocio y relaciones sociales) son algunas de las pautas que se enseñan.