Actualizado 11/10/2011 13:44

Unos 7.000 niños de Jacmel (Haití) reciben su educación en once escuelas provisionales con apoyo de Manos Unidas

Niños En Una Escuela En Haití
EUROPA PRESS

JACMEL (HAITÍ), 11 Oct. (De la enviada especial de Europa Press Laura Ramírez) -

Un total de once escuelas de madera y contrachapado acogen a 6.910 niños de once colegios de la ciudad de Jacmel (al sudeste de Haití), una de las más afectadas por el terremoto, que quedaron medio destruidos o afectados por el seísmo que sacudió el país el 12 de enero de 2010, en el marco de un proyecto de emergencia puesto en marcha a los dos meses del seísmo por la Cáritas local, con el apoyo de Manos Unidas.

El sacerdote diocesano y director de uno de estos colegios, el Instituto del Buen Pastor, en Jacmel, Jean Theodule Domond, ha explicado que su escuela se llenó de grietas tras el terremoto y que, aunque el Gobierno estableció que se reanudaran las clases el 14 de abril de 2010, no tenían dónde retomarlas. Por ello, Manos Unidas decidió financiar este proyecto de emergencia que permite seguir con sus estudios a 450 chavales de este colegio y más de otros diez institutos dañados de la ciudad.

Frett tiene 19 años y este es su último curso de secundaria. El joven, que tiene claro que irá a la universidad haitiana de Notre Dame y que se dedicará a la medicina, ha asegurado que se siente "muy bien" en esta escuela. En general, según ha apuntado el padre Domond, tras el terremoto los alumnos se encontraban con mucho "estrés" y estaban "tristes y afectados", pero ahora reflejan "jovialidad".

De hecho, el sueño de los quinceañeros haitianos es "construir un nuevo Haití". Así lo ha indicado Irvens, de octavo curso (el equivalente en España a segundo de la ESO), que ha recordado a los niños de España que su país está considerado como el menos desarrollado del continente americano y que ha insistido en que van a "trabajar duro" para alcanzar su sueño. Asimismo, una compañera ha sugerido a los jóvenes españoles que viajen hasta Haití para conocer su situación.

Entre las sonrisas y las miradas cómplices que se lanzaban los chavales sentados en sus pupitres de madera cuando el director les preguntaba algo delante de todos sus compañeros, la presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, que ha visitado este lunes el proyecto, les ha pedido que sigan trabajando "con fuerza y esperanza" y les ha recordado que cuentan con ellos y que necesitan sus manos.

El director del instituto ha afirmado que el cambio de una escuela de cemento a angares hechos de madera y contrachapado no ha supuesto ninguna disminución del nivel educativo ya que, según ha indicado, cuentan con profesores muy bien formados. Además, ha agradecido la ayuda de Manos Unidas que no sólo ha apoyado la construcción de las 173 aulas de las once nuevas escuelas sino que también ha asumido el coste del transporte escolar, sueldos de profesores, ayudas a matrículas y la capacitación psicológica de los maestros.

También en la ciudad de Jacmel, Manos Unidas ha financiado la construcción de 45 viviendas en el distrito de Meyer con dormitorios, letrina, salón y cocina, con un valor de unos 11.000 euros por vivienda, para 45 familias del millón que se calcula que perdieron su casa en todo el país tras el terremoto.