Actualizado 25/03/2011 11:17

Los activistas convocan este viernes nuevas manifestaciones por Internet en Bahréin a pesar de la prohibición


MANAMA, 25 Mar. (Reuters/EP) -

Los activistas antigubernamentales de Bahréin han convocado protestas por todo el país para este viernes, desafiando la prohibición de las concentraciones públicas en aplicación del estado de emergencia aprobado la semana pasada.

No se sabe quien está detrás de la convocatoria, ya que se ha informado a la población desde el correo electrónico e Internet. El principal grupo opositor chií Wefaq ni el Movimiento de la Juventud 14 de febrero se han desmarcado de estas concentraciones.

Wefaq, que ha conseguido reunir a decenas de miles de personas cuando ha realizado una protesta, se distanció de la convocatoria de este viernes, a la que se espera que acudan principalmente jóvenes. "Wefaq reafirma la necesidad de proteger la seguridad y las vidas y no dar a los asesinos la oportunidad de derramar sangre", declaró el jueves.

Unas nueve manifestaciones están convocadas en varias partes del país, incluyendo una en el aeropuerto y otra que tiene el objetivo de "liberar" el hospital de Salmaniya. Las fuerzas de seguridad acabaron la semana pasada con las protestas en dicho hospital retirando las tiendas de campaña colocadas por los antigubernamentales. Los médicos y grupos de Derechos Humanos aseguran que se han fijado estrictas medidas de seguridad y que cuatro doctores han sido arrestados.

Además, está prevista la celebración de un funeral por Hani Abdulaziz, que murió cuando recibió un disparo de perdigones de la Policía cerca de su casa en el distrito de Bilad al Qadim.

El jueves se convocó una protesta en el distrito chií de Sanabis, aunque sólo acudieron unas cien personas. La Policía disparó gases lacrimógenos y no se informó de la existencia de víctimas. "Estamos aquí porque queremos el fin de Al Jalifa", explicó Alí, uno de los manifestantes. "Hoy nos quedaremos dentro de Sanabis. Mañana iremos a cualquier parte", añadió.

La semana pasada, el Gobierno de Bahréin pidió ayuda militar a sus países vecinos con dirigentes suníes, impuso el estado de emergencia y lanzó una represión que ha acabado con las protestas callejeras. Los soldados y los agentes de Policía se han distribuido por toda la isla y el Ejecutivo aseguró que la seguridad es ahora la prioridad.

Todas las marchas están prohibidas, pero las fuerzas de seguridad no han disuelto las procesiones de funerales de los civiles muertos en las protestas, la mayoría de las cuales se convirtieron en protestas antigubernamentales.

La Policía tampoco acabó con una concentración el viernes pasado a las afueras de la mezquita de Drazi tras el rezo donde se reunieron miles de personas para escuchar el sermón del principal clérigo chií del país Sheij Issa Qassim.

Más del 60 por ciento de los bahreiníes son chiíes que piden una monarquía constitucional, aunque algunos grupos piden el derrocamiento de la familia real, lo que preocupa a los suníes, que temen que las revueltas puedan beneficiar a Irán.

Las protestas en las que se pide reformas políticas y constitucionales, que principalmente están formadas por la mayoría chií, comenzaron hace un mes, influidas por la ola de protestas en el norte de África y en Oriente Próximo.