Actualizado 03/06/2011 16:14

AI denuncia que el Gobierno chino sigue reprimiendo a la disidencia de la misma forma que lo hizo en Tiananmen

La organización ha documentado más de 130 detenciones e intimidaciones a activistas desde los alzamientos populares en el mundo árabe


MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las actuales autoridades de China siguen reprimiendo a la disidencia de la misma forma que lo hicieron en 1989 en la plaza de Tiananmen, en Pekín, según denunció Amnistía Internacional (AI) en un comunicado difundido este viernes con motivo del vigesimosegundo aniversario de la matanza.

"Hace 22 años que el Ejército Popular de Liberación disparó contra manifestantes pacíficos en Pekín y otras ciudades, matando a centenares, si no miles, de estudiantes y simples ciudadanos que se habían congregado en demanda de un gobierno más abierto y receptivo", afirmó la organización en un comunicado.

"En los dos decenios transcurridos desde la fuerte represión de los manifestantes desarmados, el Gobierno chino se ha desentendido de todo llamamiento que se le hecho para que ofrezca una explicación más transparente y sincera de lo ocurrido en la plaza de Tiananmen y sus alrededores el 3 y el 4 de junio", prosiguió.

El Gobierno chino abrió esta misma semana sus archivos nacionales secretos, pero "ha justificado la necesidad de mantener en secreto todo documento histórico sobre la plaza de Tiananmen (y otros desagradables disturbios) para no dañar la 'intimidad' o la 'reputación' de nadie", denunció AI.

Según la organización, "las brutales tácticas y las subsiguientes medidas represivas aplicadas por el Gobierno para suprimir el movimiento pro democrático de 1989 dirigido por los estudiantes no son solo historia".

"Son una herramienta permanente, utilizada para eliminar incluso la posibilidad de cuestionar el monopolio del poder del Partido Comunista", aseguró. "Su uso menoscaba de manera habitual la libertad de expresión, asociación y reunión, proclamada en la propia Constitución china", agregó.

Desde finales de febrero, tras los alzamientos populares en Oriente Próximo y el Norte de África intimidando, Amnistía Internacional ha documentado "más de 130 casos de activistas, blogueros, abogados y otras personas" que han sido detenidos por la Policía, sometidos a seguimiento e intimidaciones por parte las fuerzas de seguridad o han desaparecido.

"Algunas de estas personas son veteranas del movimiento estudiantil prodemocrático de 1989 que han vuelto a ser víctimas de persecución", agregó. Muchos de estos detenidos se enfrentan a cargos imprecisos de 'incitación a la subversión' que recuerdan, según AI, los 'cargos contrarrevolucionarios' que se utilizaron ampliamente durante la represión de 1989.

DETENIDOS ACTUALES

Entre estos detenidos se encuentran Chen Wei, un activista de Sichuán arrestado por la Policía el pasado 20 de febrero y acusado desde entonces de "incitar a la subversión del poder del Estado", y Ding Mao, un activista también de Sichuán y fundador del ilegal Partido Socialdemócrata que fue detenido el 19 de febrero por "incitar a la subversión".

Otro caso es el de Li Hai, detenido el 26 de febrero y acusado de "causar problemas" por difundir la "revolución jazmín" de Oriente Próximo. Actualmente se encuentra bajo vigilancia a la espera de juicio. Li Hai ya había sido encarcelado a mediados de la década de los noventa por "divulgar secretos de Estado", concretamente por elaborar una lista de personas encarceladas tras las protestas de Tiananmen.

Por otra parte, la doctora Wang Lihong fue sometida a vigilancia el 20 de febrero y detenida al día siguiente. Está acusada de "congregar a una multitud para alterar el orden público".

El Nobel de la Paz de 2010, Liu Xiaobo, y el activista Liu Xianbin, que participaron en la redacción de la Carta 08, manifiesto político en favor de un cambio político en China, están cumpliendo 11 y 10 años de prisión, respectivamente, por incitar a la subversión. Ambos habían cumplido ya penas de cárcel anteriormente por su participación en el movimiento estudiantil de 1989.

Según AI, el Gobierno chino utiliza cada vez más el cargo de "incitar a la subversión del poder del Estado" para encarcelar a sus detractores. Otras personas acusadas últimamente de incitar a la subversión son el activista Hu Jun y el escritor Ran Yunfei.