MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la sección española de Amnistía Internacional (AI), Esteban Beltrán, señaló hoy que la renuncia de Fidel Castro a sus cargos al frente de Cuba posibilita que las nuevas autoridades "acometan reformas en materia de Derechos Humanos muy básicos" dentro de un sistema que es "bastante duro" con la disidencia, aunque reconoció la existencia de cierto "escepticismo" al respecto.
En declaraciones a Europa Press, Beltrán destacó que desde AI se dirigirán públicamente al Gobierno cubano con una agenda de cinco puntos cuyo grado de cumplimiento servirá como "termómetro" del cambio.
El primero de estos puntos sería el de la "liberación de los presos de conciencia", un total de 58 personas que sufren amplias penas de cárcel de hasta 20 años por manifestar su discrepancia con las ideas del régimen.
Precisamente, la revisión del sistema de condenas injustas sería otra de las peticiones, y vinculada con ésta, la consolidación de la independencia del Poder Judicial.
En cuarto lugar, la abolición de la pena de muerte, y por último, la apertura del diálogo con la comunidad internacional. "Habría que marcar un después, permitiendo a las organizaciones internacionales, como AI o las Naciones Unidas, visitar la isla y conocer a las víctimas de violaciones de derechos humanos", añadió.
Al respecto, recordó que los miembros de la ONG a la que pertenece no pueden entrar en Cuba desde 1980, de tal manera que no se han podido investigar ni documentar muchos de los casos acaecidos en estos años.
Por último, consideró que si la nuevas autoridades de la isla dan muestras de querer avanzar en materia de Derechos Humanos, y se produce un "cambio real", los Estados Unidos tendrían que "levantar el embargo que tanto perjudica a la población civil".
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