GINEBRA, 29 May. (Reuters/EP) -
Los grupos humanitarios internacionales declararon hoy que aún no pueden acceder a la antigua zona de guerra de Sri Lanka desde la que han huido miles de personas, una acción que dificulta los esfuerzos para que los civiles afectados por el conflicto puedan regresar a sus casas.
Al director de medios del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Florian Westphal, no se le ha permitido el acceso a la franja noreste por la que el Ejército ceilandés avanzó hasta conseguir la rendición de los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE).
El CICR y sus socios humanitarios, incluidas las agencias de la ONU, se han enfrentado a obstáculos para alcanzar los campamentos militares que albergan a quienes escaparon del enfrentamiento, incluido el complejo de Manik Farm, cuya población se estima en 220.000.
Sri Lanka, que dice que controla la situación de los refugiados y que no hay problemas con el acceso, relajó esta semana sus restricciones y permitió entrar a los vehículos de las agencias en los campamentos. Pero el CICR denuncia que aún siguen vigentes otras limitaciones. "No hemos podido acceder a las zonas donde la mayor parte de la gente ha huido desde que terminaron los últimos enfrentamientos", aseguró Westphal.
Los trabajadores humanitarios citan necesidades sanitarias, nutricionales y de agua, entre otras, en los campamentos que albergan principalmente a tamiles. También hoy, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) declaró que el Gobierno debe hacer todo lo que pueda para sentar las bases para que los civiles puedan regresar a sus hogares en la región donde el LTTE ha estado combatiendo para establecer un estado tamil independiente.
"Puede ser un proceso largo, pero es necesario que comience ahora el trabajo para preparar estas zonas de regreso", señaló su portavoz, Ron Redmond. "ACNUR espera que los civiles puedan volver a casa tan pronto como sea posible", añadió.
