NUEVA YORK 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El activista medioambiental turkmeno Andrei Zatoka inició hoy su sentencia de cinco años de cárcel por cargos de agresión, una acusación que la ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) considera que ha sido "fabricada" por las autoridades y que forma parte de una campaña oficial para el arresto de disidentes y opositores en la antigua república soviética.
"El juicio del activista ha violado los estándares internacionales que determinan un juicio justo", hizo saber HRW en el comunicado emitido a última hora de ayer. La audiencia ha durado por debajo del mínimo estipulado y cualquier prueba que pudiera suscitar una duda razonable sobre la culpabilidad de Zokora ha sido sumariamente descartada, según la ONG.
Según HRW, Zatoka fue arrestado el pasado 20 de octubre en capital, Dashoguz, tras agredir a un desconocido en un mercadillo, y posteriormente de causar "daño físico" a un transeúnte. El condenado siempre ha argumentado que actuó en defensa propia porque era él quien estaba siendo atacado.
Zatoka, biólogo de profesión, creó en 1992 el Club Ecológico de Dashoguz, un grupo para la protección medioambiental que fue disuelto por las autoridades en 2003. El cofundador del grupo, Farid Tujbatullin, vive exiliado en Europa y se encarga de observar cualquier abuso de los DDHH que se produzca en Turkmenistán.
Para la encargada regional de HRW, Rachel Denber, los cargos contra Zatoka "parecen infundados" y "es patente" que el proceso judicial "fue injusto". "Debería realizarse una investigación independiente sobre el incidente", declaró.
La ONG denuncia que el activista ha sido perseguido "durante años" por las autoridades. En 2006 fue acusado de adquirir, almacenar y enviar armas, sustancias explosivas y de traficar con sustancias nocivas, cargos por los que recibió una sentencia que quedó finalmente en suspenso. Se le prohibió sin embargo el derecho a abandonar la capital turkmena.