BARCELONA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ecologistes de Catalunya pidió hoy prohibir la caza en el parque de Collserola por la "peligrosidad" que supone esta práctica para los visitantes, ya que consideraron que la zona no "ofrece suficientes garantías de seguridad" para ellos ni para los propios cazadores. "Un tiro perdido puede provocar una desgracia", sostuvo.
El coordinador de Alnus-Ecologistas de Catalunya, Oleguer Farràs, criticó la "paradoja" que supone que el Ayuntamiento de Barcelona haga respetar el entorno a los usuarios del parque "para no estropearlo", mientras que permite que cazadores "aniquilen sistemáticamente diversas poblaciones de la fauna, que son la principal riqueza de la biodiversidad del parque".
Por ello, propuso prohibir la caza "de inmediato y declarar zona de seguridad" todos los municipios de Collserola, además de realizar un estudio sobre la fauna de la zona para, posteriormente, controlar la población del parque y determinar si es necesaria la caza "para alguna especie en concreto".
No obstante, Farràs recalcó que es "incompatible" la caza con otras actividades de ocio en la zona, así que, de ser necesaria, se debería establecer un "protocolo" que delimite la batida.
LEY DE CAZA HEREDADA DE "LA ÉPOCA FRANQUISTA".
Los ecologistas criticaron que la ley de caza actual es "del todo anticuada" al proceder de "la época franquista". Además, aseguró que la Conselleria de Medio Ambiente y Vivienda aprueba el Plan Técnico Cinegético para la zona "sin cuestionar la información" aportada por los cazadores.
En este sentido, recordaron que los datos de dicha Conselleria, en base a las informaciones de los cazadores, apuntan que en los últimos seis años se mataron 40.000 animales. "¿Hace falta seguir potenciando este tipo de ocio?", se cuestionó Farràs.
Asimismo, los datos sostienen que la caza de conejo se fomenta con "repoblaciones", lo que los ecologistas consideraron "contraproducente", ya que "se introducen animales semi domésticos que no saben adaptarse bien al medio y pueden transmitir enfermedades" a la fauna salvaje.
Los ecologistas criticaron también que la munición "más frecuente" en este tipo de caza es la de perdigones de plomo, lo que supone una "contaminación" para los ecosistemas del parque.