VALLADOLID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción ha recurrido por vía administrativa las autorizaciones ambientales otorgadas por la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León a las centrales térmicas de Anllares y La Robla, en la provincia de León, y a la de Velilla del Río Carrión (Palencia).
La Federación, integrada por 18 colectivos ecologistas de Castilla y León, solicitó la modificación de las autorizaciones concedidas al considerarlas nulas de pleno derecho, ya que permiten la emisión de contaminantes tóxicos como el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NO) y las partículas "muy por encima de los límites legalmente establecidos".
Los ecologistas, en un comunicado recogido por Europa Press, explicaron que la Junta "sacrifica" así el derecho constitucional a la salud al interés económico de grandes empresas eléctricas con capacidad económica "sobrada" para hacerse cargo del coste de las instalaciones necesarias para reducir estas emisiones a valores bajos, asociados a las mejores técnicas disponibles.
Sin embargo, criticaron que se permita a estas empresas superar hasta en ocho veces los límites legales de emisión establecidos para las centrales térmicas citadas por el Plan Nacional de Reducción de Emisiones de las Grandes Instalaciones de Combustión existentes, y hasta en 150 veces los valores asociados a las mejores técnicas disponibles publicadas por la Comisión Europea.
En particular, consideran "inadmisible" el "trato de favor" que se otorga al Grupo 1 de la central térmica de La Robla, cuyo valor autorizado de SO2 (2.000 miligramos por metro cúbico), multiplica por cinco el límite legal (400), en un municipio en el que "año tras año" se superan los valores límite de este contaminante para proteger la salud de las personas, al tiempo que la Consejería de Medio Ambiente tramita un Plan de Mejora de la Calidad del Aire por este motivo.
Por otro lado, el entorno de la central térmica de Velilla del Río Carrión también superó en 2007 los valores límite de SO2 para proteger la salud de las personas. Las concentraciones medias anuales de este contaminante en el entorno de las tres centrales térmicas rebasan además de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el límite legal para la protección de la vegetación en espacios como el Parque Natural de Fuentes Carrionas y los sitios Red Natura 2000 Alto Sil y Sierra de Ancares, indicaron los ecologistas.
Además, el colectivo aseguró que en las tres autorizaciones ambientales se reduce a la mitad el número de estaciones de control de la contaminación existentes, que funcionan desde los años 80, lo que empeorará el conocimiento de la repercusión de la contaminación emitida por estas centrales sobre la salud y el medio ambiente.
Los ecologistas manifestaron su "temor" por que la Junta "reitere" la ilegalidad con la última central térmica pendiente de autorización, la de Compostilla, en Ponferrada (León).
