Actualizado 18/06/2010 13:46

España está "falta de liderazgo intelectual y político" para luchar contra la pobreza, según Intermón Oxfam

Arpa asegura que el mundo se encuentra "ante una catástrofe potencial que puede ser mucho peor que todo lo que hemos visto hasta ahora"


MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

España, como potencia mediana, "tiene mucho que decir" en la lucha para la erradicación de la pobreza en el mundo, pero le "falta liderazgo intelectual y político" para involucrar a la comunidad internacional en esta tarea y por eso, la presidencia de la UE ha sido "decepcionante" en la materia, según la perspectiva de la directora general de la ONG Intermón Oxfam, Ariane Arpa.

En un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Sociedad, Arpa señaló que si bien España "ha progresado mucho" en materia de contribuciones económicas a la lucha contra la pobreza y ha mantenido "por lo menos hasta hace un mes, un discurso coherente" en este sentido, el dinero "no lo es todo".

En su opinión, con su presencia en foros internacionales España tiene la posibilidad de ejercer un liderazgo, pero no la capacidad de "impulsar nuevas ideas, rompedoras y valientes contra la pobreza", lo que también ocurre en el resto de los países miembros de la UE, que "han abdicado sus responsabilidades".

"La presidencia española de la UE ha sido una decepción, porque empezamos con un programa muy ilusionante y con promesas de lucha contra la pobreza", señaló Arpa, para destacar que al final, los 27 han acabado por repetir "las mismas promesas de hace 40 años" sin fijar ni objetivos ni plazos para cumplirlos o evaluarlos.

La organización, que gestiona 420 proyectos en el mundo con un presupuesto de 72 millones de euros anuales, destaca la importancia de la "valentía" para conseguir un mundo más justo porque "hablar de lucha contra la pobreza no es hablar de recursos, sino también de reparto de poder y voluntad política".

En este sentido, critica el mensaje que en su opinión el Gobierno ha dado con el recorte de 800 euros para la ayuda al desarrollo, no sólo porque con ese dinero se habría pagado la asistencia sanitaria de 80 millones de parturientas cada año en África, sino porque tiene un "efecto arrastre" en el resto de administraciones, que también han comenzado a reducir sus partidas de ayuda oficial.

Para Arpa, "preocupa" además, que el recorte se prolongue más allá de los dos años inicialmente previstos y que finalmente, "España retroceda" en materia de cooperación. No obstante, dijo que, "en principio, parece que saldrá de las aportaciones a organismos internacionales" y que por tanto "no tendría que afectar al trabajo de las ONG" de forma directa.

UNA CATÁSTROFE POTENCIAL

La responsable de Intermón repasó en su intervención la situación global de pobreza en el mundo y destacó que si bien se han producido "avances" en algunos campos, también "importantes retrocesos", como que por primera vez en la historia la cifra de hambrientos supere los mil millones de personas, que en 20 países africanos vivan peor ahora que hace 30 años, que tanto el continente negro como Asia se estén "quedando atrás" o que en el mundo 29 países estén inmersos en un conflicto armado.

Según dijo, "nos encontramos ante una catástrofe potencial que puede ser mucho peor que todo lo que hemos visto hasta ahora" teniendo en cuenta que la población mundial será de 9.000 millones de personas en el año 2050, cuando se dispondrá de entre un 8 y un 12% menos de tierra cultivable, que habrá que explotar reduciendo emisiones de gases contaminantes.

Con todo, aseguró que "todavía estamos a tiempo" de adoptar "decisiones valientes" y promover "una nueva revolución verde" que proporcione recursos a las personas en peor situación y procure que la riqueza, "que nos viene tan bien a todos, no castigue a los más vulnerables".En esta tarea -enfatizó--, "España tiene mucho que decir", tanto a través del Gobierno central, como de las administraciones locales y regionales, el tejido empresarial y la sociedad civil.

Intermón Oxfam forma parte de la red Oxfam Internacional, que maneja 650 millones de dólares y tiene más de dos millones de socios en todo el mundo, donde desarrollan múltiples tareas que van desde la ayuda humanitaria de emergencia hasta la cooperación al desarrollo pasando por la presión política, la responsabilidad social corporativa o el apoyo a las comunidades locales de los países más pobres del mundo.