HRW denuncia la falta de "libertades básicas" dos años después del paso del ciclón 'Nargis'

La organización denuncia que el 20 por ciento de los cooperantes locales que ayudaron a las víctimas continúan encarcelados

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 29 abril 2010 16:24

MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) denunció este jueves que la Junta Militar birmana sigue negando "libertades básicas" y restringiendo el trabajo de las agencias humanitarias en las zonas devastadas hace dos años por el paso del ciclón 'Nargis' y ha denunciado que más del 20 por ciento de los birmanos que participaron en la ayuda humanitaria "continúan actualmente en prisión" por denunciar la escasa respuesta de las autoridades al desastre.

"Dos años después de uno de los peores desastres naturales del mundo, los cooperantes humanitarios locales siguen sometidos a la represión de las autoridades militares", declaró la subdirectora para Asia de Human Rights Watch, Elaine Pearson.

"La intensa presión internacional obligó al Gobierno militar a permitir la entrada de las agencias humanitarias extranjeras, pero los generales que gobiernan en Birmania han impuesto el silencio a las voces críticas internas, muchas de las cuales están encarceladas por hablar en favor de las necesidades de sus conciudadanos", añadió.

HRW presentó este jueves el informe 'Quiero ayudar a mi propio pueblo: Control estatal y sociedad civil en Birmanita tras el ciclón Nargis', elaborado a partir de las 135 entrevistas concedidas por supervivientes del desastre, cooperantes y otros testigos.

El documento hace un repaso de la respuesta de la Junta Militar al paso del 'Nargis' y a sus implicaciones en materia de Derechos Humanos y desarrollo. El informe, según la organización, "describe los intentos del Gobierno de bloquear las ayudas en las tres semanas posteriores al paso del ciclón", que arrasó el delta del Irrawaddy el 2 de mayo de 2008.

Aparte, el informe analiza la respuesta de las organizaciones de la sociedad civil birmana para superar las restricciones del Gobierno a la distribución de las ayudas y "detalla las continuas violaciones de las libertades de expresión, asociación y movimiento contra los cooperantes humanitarios birmanos y sus organizaciones por parte del gubernamental Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo", nombre oficial de la Junta Militar.

OBSTRUCCIONES Y REPRESIÓN

El ciclón 'Nargis' causó más de 140.000 muertos y afectó gravemente a otros 2,4 millones de personas, tanto en el delta Irrawaddy como en la antigua capital, Rangún. En las fechas inmediatamente posteriores, según HRW, "el Gobierno militar birmano retrasó y obstruyó los esfuerzos humanitarios internacionales e incrementó la represión".

El acuerdo diplomático del 31 de mayo de ese año entre la Junta Militar, la ONU y la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) permitió la llegada de ayuda humanitaria y de numerosos cooperantes extranjeros a las zonas afectadas.

No obstante, según Human Rights Watch, la reconstrucción del acceso a agua, de saneamientos y de viviendas y la satisfacción de las necesidades médicas y alimentarias se enfrentan a "continuas dificultades" porque la Junta Militar "no es capaz de aportar el apoyo necesario" y sólo hace llegar una "mísera parte" de las ayudas a la población "pese a disponer de enormes sumas de dinero gracias a la lucrativa venta de gas natural".

Aparte, según el informe de HRW, en los meses posteriores al desastre, las autoridades detuvieron "a cientos de activistas y periodistas birmanos que denunciaron públicamente la escasa respuesta gubernamental tras el 'Nargis'".

"Más del 20 por ciento de las personas que participaron en la ayuda humanitaria continúan actualmente en prisión", entre ellos el famoso humorista Maung Thura, de nombre artístico 'Zargana', quien fue detenido y condenado a 35 años de cárcel por criticar a la Junta Militar por su actuación en el caso del ciclón, denunció Human Rights Watch.

"La respuesta de la sociedad civil birmana al 'Nargis' fue edificante, pero, por desgracia, los cooperantes humanitarios que se pronunciaron están condenados a fuertes penas de cárcel", denunció Pearson. "De cara a las elecciones de 2010, la comunidad internacional debe hablar con una sola voz para que los dirigentes birmanos liberen a Zargana, a otros cooperantes humanitarios y a más de 2.100 presos políticos".

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