Human Rights Watch pide a Islamabad que revoque el acuerdo con los talibán que impone la 'sharia' en Swat

NUEVA YORK, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización defensora de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) pidió hoy al Gobierno de Pakistán que revoque el acuerdo que ha alcanzado con los talibán en el valle del Swat, en la Provincia de la Frontera del Noroeste, para aplicar la 'sharia' o ley islámica en toda la región de Malakand a cambio del fin de la violencia.

A su juicio, este pacto supone una seria amenaza para los derechos de las mujeres y otras libertades básicas. "Los talibán están llevando Swat de vuelta a las épocas oscuras, y ahora el Gobierno paquistaní es cómplice de sus horribles abusos", denunció Alí Dayan Hassan, investigador de HRW para el sur de Asia.

"Cuando se ignoran los derechos de las personas de las zonas tribales se refleja de una forma terrible en la capacidad tanto del Gobierno como del Ejército para proteger a los ciudadanos de Pakistán", añadió Hassan en un comunicado.

Los talibán están imponiendo su autoridad en Swat y en zonas adyacentes llevando a cabo ejecuciones sumarias --por ejemplo, mediante decapitaciones-- de miembros de las autoridades y rivales políticos, fustigando públicamente a quienes infringen sus normas e intimidando a la población.

Además, han cerrado los colegios para niñas, las mujeres no pueden salir de casa si no van acompañadas de parientes masculinos, se han paralizado los programas de inmunización de la polio y las ONG han sido expulsadas. Tampoco se puede oír música y todos los hombres tienen que llevar barba.

JUSTIFICACIÓN DE LAS AUTORIDADES

El presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, firmó la ley denominada Nizam-e-Adl (sistema de justicia) después de que el Parlamento aprobase por unanimidad una resolución que recomendaba su aplicación. Previamente, el Gobierno de la Provincia de la Frontera del Noroeste había alcanzado un acuerdo con los talibán para acabar con los enfrentamientos entre los milicianos y las fuerzas de seguridad del Estado en esa zona, que comenzaron en el verano de 2007.

Según Hassan, las autoridades paquistaníes "defienden esta ley diciendo que los responsables de implementarla han sido nombrados por el Gobierno provincial y que respetarán los derechos de las mujeres y de las demás personas". "Pero la realidad es que cualquier funcionario de Swat que no cumpla las órdenes de los talibán podría estar firmando su propia orden de ejecución", aseguró el investigador de HRW.

Aunque el texto del acuerdo con los talibán no se ha hecho público oficialmente, se sabe que pide la retirada del Ejército paquistaní del valle del Swat, la liberación de todos los presos talibán, la retirada de cualquier caso penal contra los líderes y los combatientes talibán y la imposición de la 'sharia' en la región de Malakand (que representa un tercio del territorio provincial y que incluye Swat).

LOS TALIBÁN RECHAZAN LA DEMOCRACIA

Los talibán han dejado claros sus principios y sus intenciones. Así, el sufí Mohamad, líder del grupo Tehrik-e-Nifaz-e-Shariat-Mohamad (TNSM, Movimiento para la Aplicación de la Ley Islámica), ha reiterado que la democracia y el Islam son incompatibles. "Odiamos la democracia. Queremos que el Islam ocupe todo el mundo. El Islam no permite la democracia ni las elecciones", dijo en un discurso pronunciado el pasado 18 de febrero.

Según Human Rights Watch, los talibán y sus aliados no sólo están violando los Derechos Humanos, sino que también están contraviniendo los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución de Pakistán. En su opinión, la ley Nizam-e-Adl pretende establecer un marco legal para un gobierno abusivo de los islamistas.

"Es alucinante que un gobierno electo y que respeta los derechos trate de asociarse y ceder el control a entidades o individuos que rechazan tan descaradamente los Derechos Humanos y las normas constitucionales", destacó Hasán. "En lugar de ser vistos como aliados, el sufí Mohamad y sus simpatizantes deberían responder por sus crímenes", concluyó.

-. Firma: ETG .-