Actualizado 03/03/2009 17:58

Latinoamericano, mayor de 35 años y con estudios, perfil del emprendedor que recibe apoyo del MPDL

MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Latinoamericano, mayor de 35 años, con estudios secundarios o superiores y con experiencia laboral es el perfil medio del beneficiario de los programas de autoempleo del Movimiento por la Paz (MPDL), una iniciativa que asesora a 200 emprendedores cada año y que ya ha contribuído a la creación de 16 pequeñas empresas.

Según explicó hoy la presidenta del MPDL, Francisca Sahuquillo, durante la presentación de una guía básica de creación de microempresas editada por la organización, esta herramienta va desde el asesoramiento y la formación hasta las gerencias asistidas, las iniciativas en red y los accesos a microcréditos.

De este modo, se acompaña al emprendedor en todo el proceso, tanto en el diseño de su plan de negocio o en la solicitud de financiación, como en el crecimiento empresarial una vez que la iniciativa está en funcionamiento mediante un segundo diagnóstico.

No es el único programa de empleo que ofrece el MPDL, que asesora a un millar de desempleados cada año desde hace más de una década. Conforme explicó la coordinadora de estas iniciativas, Paloma Fernández Nuevo, por cada mil personas del programa de búsqueda de trabajo, hay 200 en el recurso para emprendedores, ya que "no todo el mundo vale" para montar un negocio.

"Lo más importante es la formación", incidió Fernández, para después explicar que son muchos los "expulsados del mercado laboral" que acuden al programa de autoempleo "buscando otra alternativa" ante las dificultades para encontrar un trabajo por cuenta ajena.

Sin embargo, destacó que la mayor parte de quienes acaban montando un negocio cuentan con preparación previa para ello, han llegado a España con una idea de negocio en la cabeza y algunos ahorros para compensar la dificultad de obtener financiación en los tiempos que corren.

"SEGUIR ADELANTE"

Este es el caso de Rosalba Sánchez, una ciudadana latinoamericana que llegó con una carta de invitación y en calidad de turista hace ocho años a España. Tras más de dos años trabajando en el mundo de la confección, para lo que compró la maquinaria necesaria, contrajo matrimonio con un español y pudo regularizar su situación.

"Cuando vimos que se abría la posibilidad de un negocio decidimos seguir adelante", explicó Sánchez, que desde el pasado mes de noviembre gestiona la franquicia de una empresa de manicura en la localidad madrileña de Alcalá de Henares. En el MPDL encontró la orientación necesaria, especialmente para el "papeleo" y la consecución de un crédito, en su caso, autorizado por el ICO.

"En lo que hago más énfasis es en la atención al cliente", prosiguió la emprendedora, quien afirmó con orgullo que desde que el negocio abrió sus puertas "sólo un día dejó de facturar". Fue el pasado 11 de enero, "probablemente, porque la gente estaba ya harta de centros comerciales después de la Navidad", bromeó.