ESTAMBUL, 5 Feb. (Reuters/EP) -
Turquía está impidiendo la entrada en el país de familias sirias sin pasaporte después del flujo de refugiados provocado por la intensificación de los "bombardeos con barriles" en Alepo por parte del régimen de Bashar al Assad y que ha llenado sus campamentos de refugiados, según ha denunciado este miércoles la ONG Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH).
El Gobierno turco, uno de los principales apoyos de los opositores sirios, ha aceptado a cientos de miles de refugiados sirios, pero la llegada masiva de nuevos refugiados como consecuencia de los bombardeos intensificados sobre Alepo han hecho escasear los recursos.
"Los campamentos en Kilis están a plena capacidad desafortunadamente, pero hay espacio libre en nuestros otros campamentos", ha indicado un portavoz de la agencia estatal de desastres turca AFAD, en referencia a los campamentos próximos a la frontera.
Ankara mantiene su política de "frontera abierta" y se aceptará a los refugiados "tras los necesarios controles de seguridad", ha asegurado.
Según el portavoz de IHH en Kilis, un campamento dentro de Siria cerca del paso fronterizo sirio de Bab al Salam, a unos 50 kilómetros al norte de Alepo, también está lleno. Ha precisado que se ha pasado de 14.000 a 25.000 personas en la última semana.
"Los sirios que no consiguen llegar a Turquía están refugiados en Siria, simplemente con mantas", ha alertado este portavoz. Las temperaturas durante la noche en la zona caen por debajo de cero.
La Policía turca en el puesto fronterizo de Oncupinar, al otro lado de Bab al Salam, ha indicado que las restricciones se aplican a aquellos que no tienen pasaporte, pero el paso está abierto, sin que haya mucha gente a sus puertas.
El uso de 'barriles bomba' --barriles o tuberías llenos de explosivos y con fragmentos metálicos lanzados desde helicópteros-- ha sido condenado por la oposición siria y sus respaldos occidentales en las conversaciones de paz en Ginebra.
Más al este, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha indicado que en los últimos 18 días las autoridades turcas han evitado que más de 2.000 refugiados, incluidos mujeres y niños, cruzaran hacia Turquía tras huir de la ciudad de Raqqa.
"Muchos de ellos viven en la intemperie, cerca de la alambrada en la frontera en Tel Abyad", ha precisado el organismo con sede en Londres y una amplia red de informantes en Siria.