BANGKOK, 14 Dic. (Reuters/EP) -
Diversos grupos étnicos de la zona noreste de Birmania han incrementado el cultivo de opinio para sufragar la compra de armamento ante el temor de sufrir un ataque inminente por parte de la Junta Militar que gobierna el país, según un informe elaborado por la ONU.
El incremento del cultivo de opio prosiguió por tercer año consecutivo y aumentó un 11 por ciento en 2009, según el informe, elaborado por la Oficina de la ONU para la Prevención de la Droga y el Delito (UNODC, en sus siglas en inglés), que sitúa en el estado de Shan el 95 por ciento de la producción de la amapola de opio en Birmania. El informe coloca a este país como el segundo productor mundial de opio tras Afganistán.
"El incremento de la inestabilidad en el noreste de Birmania está afectando el mercado del opio. (Algunos grupos étnicos) están vendiendo droga para poder comprar armas y están cambiando la localización de las existencias de opio para evitar que sean detectadas", afirmó el director ejecutivo de la UNODC, Antonio María Costa.
La UNOC afirma que la cantidad de tierra dedicada al cultivo de opio se ha incrementado un 50 por ciento desde 2006 hasta alcanzar las 37.000 hectáreas en Birmania. A pesar de este incremento del área cultivada, el informe asegura que el valor potencial de la producción de opio ha caído un 15 por ciento, ya que ha pasado de valer 123 millones de dólares en 2008 a sólo 104 millones en 2009.
Sin embargo, el precio del opio se sitúa en los 1.326 dólares por kilo, por lo que sigue siendo un cultivo muy atractivo para los agricultores, sobre todo si se tiene en cuenta que el precio de los cereales ha caído en los últimos tiempos, según el informe.
El Ejército birmano mantiene una considerable presencia desde hace unos meses en el estado de Shan, donde se enfrenta a milicias rebeldes. Los analistas alertan de que este conflicto podría prolongarse y provocar una crisis humanitaria que afectaría a la vecina China.
La Junta pretende que estos grupos étnicos se integren en el proceso electoral que se celebrará en 2010, y le ha pedido a las milicias que renuncien a sus reivindicaciones y se unan a las patrullas fronterizas conjuntas con soldados del Ejército, según activistas políticos del estado de Shan.
El Ejército desarboló y desarmó el pasado agosto al Kokang, la más débil de las guerrillas étnicas, tras una lucha que se prolongó durante días. Esto provocó el éxodo de más de 37.000 personas a China, el único aliado político real de la Junta.
Por otro lado, el Ejército Unificado del Estado de Wa, una poderosa guerrilla que cuenta con 20.000 efectivos y que está formada por personas de etnia china y a la que se relaciona con los cárteles de la droga por parte de Estados Unidos, ha rechazado su desarme y se prepara para un ataque inminente por parte del Ejército birmano, según los medios y activistas locales.